La estrella es Rubén Albés

Las primeras contrataciones no son espectaculares. Tal vez sean jugadores de equipo, jornaleros como Curbelo, Olaetxea o Bernal. Mejor acogida tiene Otero, por su rendimiento conocido, mientras que el ecuatoriano Caidedo tiene más estampa que estadísticas. Nueve goles en las dos últimas campañas no son un dato de ensueño, aunque antes anotó 32 en dos años en la potente liga búlgara. Sigue faltando un lateral derecho, un organizador y extremos.

Hasta ahora, la estrella del equipo es Rubén Albés. El nuevo míster está dejando buenas sensaciones con sus métodos en los futbolistas. No tendrá disculpa en la marcha del equipo, porque es intervencionista en la confección del plantel. Si hubiera una secretaría técnica coherente y seria no sería precisa tanta influencia del míster en los fichajes. El interés por Bermejo es difícil de explicar, descartado en el Zaragoza tras jugar sólo doce partidos en un año en el Elche. El técnico vigués lo tuvo hace cinco años en el Celta B. Eso es mucho tiempo. Y juega en el puesto de Gaspar o Queipo. Hay otras prioridades.

Resulta sorprendente la vuelta del mexicano Esteban Lozano. Estuvo de relleno en el primer equipo. Anotó cinco goles en el filial, más tres de penalti, con muchos altibajos y sólo tres partidos completos en Tercera. La delantera del primer equipo con Campuzano, Milovanovic y Caicedo, más el mexicano como alternativa y Oyón a la expectativa, no aparenta ofrecer unas garantías mínimas, sin olvidar al senegalés Amadou Coundoul, máximo goleador en Tercera, incorporado a la pretemporada.

Abajo no hay nada destacable que no se sepa. El lateral Iker, que se fue de Mareo antes de acabar juveniles, probó en Almería sin fortuna y el año pasado se fogueó en el Sporting C, en regional. Kembo y Mbemba no destacaron en Tercera. Es el resultado de la irracional planificación de Garro, Tejada y Pedro Menéndez. Como para que Albés confíe en ellos. Es de suponer que ya se habrá dado cuenta. Mucha magia necesitará aplicar el pontevedrés.

Del filial queda Jorge Montes, cuya proyección en Tercera no mejoraría, y Oyón y Álex Lozano. Si en el Sporting hubiera confianza en los productos interesantes de la cantera, como pasa en otros clubes, quizás encontraría las soluciones que históricamente proporcionó Mareo. Los Yamal y Nico llegaron a la cúspide por una cuestión de confianza. Es un simple ejemplo.

La segunda semana de pretemporada acabará con el partido de Luanco. No será una vara de medir, pero algo empezará a verse. Se espera que con cierta lógica, tras un año y medio de vaivenes, mucho fútbol de laboratorio y homilías irracionales. Albés tiene aspecto de ser entrenador, que es lo que hacía falta en el Sporting.