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Por cuarta temporada consecutiva, el Sporting Atlético intenta salir del pozo de la ahora llamada Tercera RFEF, que es la Tercera de siempre. Las tres ... precedentes acabaron con un fracaso inesperado en las primeras eliminatorias de la fase de ascenso.
En los dos primeros intentos tras el descenso de 2020, el filial gijonés rozó el ascenso directo con sólo un punto de desventaja con el Oviedo Vetusta en 2022 y con el Covadonga en 2023. En el pasado curso repitió el segundo puesto, pero a 16 puntos del Llanera. En la actual, con 19 jornadas disputadas, está a doce puntos del líder Vetusta y a dos del Caudal. Insólito.
El objetivo del ascenso esta temporada quedará supeditado, otra vez, a las eliminatorias, con la necesidad de superar tres para alcanzar una plaza en Segunda RFEF, categoría mas acorde para un filial que se dedique a formar jugadores.
La situación del Sporting Atlético es frustrante. El principal objetivo es la formación de futbolistas para el primer equipo. No los hay para solventar urgencias a Albés. La planificación de la plantilla es un disloque y las alineaciones son estrambóticas.
En Sotrondio, ante el modesto San Martín, que lucha por no bajar a regional, Martí, el único extremo de la plantilla, fue lateral derecho y de centrales salieron un lateral y un medio, con cuatro delanteros esparcidos por las bandas y el centro del campo. El conjunto gijonés no fue capaz de pasar del empate, con una imagen decepcionante.
Los dispositivos de Zulaika son tan extraños como la planificación de Óscar Garro, principal responsable de la decadencia de Mareo. Una parte de los técnicos de la casa aprecian la línea descendente y bastantes padres de jugadores lamentan la actitud del director de la escuela, con amenazas a futbolistas de castigarlos a jugar en el Sporting C.
David Guerra considera que existe dramatismo en torno al Sporting. Si analiza fríamente lo que está permitiendo en Mareo, convendrá que la política de planificación y fichajes del Sporting Atlético es irracional, sin ningún rendimiento para el primer equipo. No tiene más que recordar desde Cáceres hasta Esteban Lozano, costes, traspasos pagados y rendimientos.
Actualmente, los filiales del Sporting son un saco de gastos sin sentido y sin rendimientos, incluido el absurdo Sporting C, con fugas de jóvenes gijoneses a la cantera del Oviedo. Y con todo esto, aún quedan jóvenes promesas interesantes que merecen un mimo especial, porque el anunciado regreso al ADN Mareo fue un brindis al sol.
Comentar lo que se está viendo en el Sporting Atlético y en Mareo no es producto del dramatismo. Simplemente es penoso, pero si Orlegi prefiere mantenerlo así, sin cambiar a los incompetentes que gestaron esta situación, de la que hasta parece que están orgullosos, ni los métodos de este desaguisado, como dueños pueden hacer lo que quieran. Sabemos que les da igual. ¡Qué pena!
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