Tras la atípica derrota de Almería, el Sporting empieza a preparar la visita del Albacete. En el campo andaluz, el equipo gijonés ofreció su mejor ... imagen en lo que va de temporada durante casi una hora, hasta que el ínclito Pérez Hernández empezó a dar la nota.
La racha reciente del Sporting empieza a presionar, aunque la Liga apenas empezó. Solo van seis jornadas. Los ascensos se ganan en junio, no en otoño, pero una dinámica positiva ayuda a que las cosas salgan mejor y el ambiente sea más propicio. Las victorias permiten soñar, lo mismo que las derrotas siembran preocupaciones.
Una de las secuelas del partido de Almería refuerza la tesis de que la plantilla sigue necesitando un '9'. Dubasin no es delantero centro específico y Otero, tampoco, por mucho que sean utilizados en el eje del ataque. Caicedo arrolla, pero de fútbol y remate sólo tiene dosis testimoniales. Amadou lleva dos semanas lesionado y aún no se le conoce. Guerra y Garitano refrendan el discurso oficial de que no hace falta un '9', pero no cuela. En teoría, el Albacete es un rival de potencial inferior, pero, aunque en su campo sólo haya ganado al Valladolid, uno de los gallitos, fuera da una imagen sólida con un espectacular empate en Almería (4-4) y otro sin goles en Zaragoza. En Cádiz perdió en el añadido.
Garitano siempre elogia a los rivales. Tanto antes de los partidos como después, el vergarense evalúa que el rival es bueno y tiene jugadores muy buenos. Hasta ahora lo dijo de todos. Es una de sus letanías. También una fórmula para reducir el impacto de las derrotas y valorar más los triunfos para la galería. Con el Albacete no será menos. También el Sporting tiene jugadores con calidad que puede calificar de buenos y alguno muy bueno.
Al margen de bondades, lo pragmático es afrontar los partidos con concentración máxima y una agresividad controlada. El míster rojiblanco suele hablar antes de los partidos de la necesidad de competir y después suele elogiar el nivel competitivo de sus jugadores. No deja de ser otra letanía del entrenador, porque competir es una condición que los futbolistas deben traer de serie. Otro aspecto es el rendimiento de cada jugador, el carácter individual y las características tácticas y técnicas, pero la competitividad es un valor innegociable.
Una preocupación añadida es el capítulo de lesiones. Hay excesivos problemas físicos y unas recuperaciones que a veces se eternizan. El punto de mira enfoca a la preparación física, por una parte, y a la estructura médica, por otra. Desde la marcha de Antonio Maestro, Gonzalo Revuelta y Juan Cachero, quienes además de su valía profesional contrastada tenían una gran estima entre los futbolistas, el ritmo de recuperación de lesiones es más lento. Esto sucede pese a tener unas instalaciones modélicas, con un material de última generación que antes no había. Algo no va bien.
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