La nueva escandalera está en nuestros corazones
Una nueva economía exige avanzar unidos con comprensión mutuay amplitud de miras, lo que precisa a la vez valentía y prudencia
En EL COMERCIO del pasado día 8 de septiembre, don Jose Ignacio Prendes (que fue factótum de Ciudadanos, que se marchó y que igual quiere ... volver desde algún territorio nuevo a la política) descubre el Mediterraneo y pide unidad de acción a los políticos y al pueblo para luchar por Asturias. Ese artículo de opinión refleja que la guerra del tren sigue viva entre nuestros políticos
No lo comentamos, porque repetiríamos nuestras notas pasadas que dicen lo mismo que él y que son muy anteriores a febrero de 2020, momento en el que él anunció que dejaba la primera línea política. En aquella época él no consideraba esenciales estos asuntos. Alegra que una persona tan importante, muy superior en fuerza e intelecto a unos 'mindundis' como nosotros, defienda un camino necesario para llegar a la Nueva Frontera. Dicho esto, os recordamos que ella no está en la materia, sino en tener una sociedad de economía libre, abierta al mundo, que compita basándose en la innovación, la iniciativa, la inteligencia y la eficiencia y que, a la vez, sea equilibrada socialmente, justa e instruida. Ello implica abandonar la primaria, cerrada, estamental y extractiva en la que estamos inmersos y que solo genera pobreza y disminución de población:
A la Nueva Frontera solo llegaremos si sabemos dónde está, por lo que debemos tener una planificación global, dado que para llegar al futuro antes hay que tener un proyecto de futuro que contemple al conjunto del sistema y a todos sus detalles, pues las acciones improvisadas y discontinuas son estériles. Por ello, debemos integrar la industria, la agricultura, el aprovechamiento del entorno natural, la enseñanza, la digitalización, las comunicaciones… Y hasta el hidrógeno. Todo ello para realizar actividades que generen valor añadido y no quedarnos en ser una colonia exportadora de materias primas. Él crear una nueva economía exige avanzar unidos, con comprensión mutua y amplitud de miras, lo que exige a la vez valentía y prudencia para no invertir por invertir, sin saber para qué y sin valorar el balance, pues ello nos llevará a repetir errores pasados. lo que sería desastroso. Y, después, hay que realizarlo, no basta con las ideas genéricas, sino que hay que plasmarlo en metas concretas, para las cuales debemos abandonar unas viejas costumbres que ya denunciaba Jovellanos: la endogamia, el localismo, el egoísmo y el servilismo. Y avanzar, después, todos cogidos de la mano, hacia la Nueva Frontera, a la que se llegará utilizando como motor el esfuerzo solidario de todo el Noroeste.
En cuanto a las tan manidas infraestructuras, además de las tradicionales, ahora son determinantes las ligadas a la i+D+i, desde tener cobertura digital en todo el territorio, hasta poseer un 'cerebro' que impulse los sectores competitivos. Ello implica también disponer de un buen sistema de formación, coordinar la investigación de todas las universidades, y la de estas, con la sociedad civil y el mundo empresarial, crear infraestructuras de apoyo técnico y financiero a los emprendedores, instrumentar ayudas para asesorar el implantar una agricultura moderna y crear trabajo en el territorio rural…. En un plano más amplio, os recordamos también que a ella se llegará utilizando como motor el esfuerzo solidario de todo el Noroeste, para convertir a la totalidad del Cantábrico en nuestro espacio de vida y en la puerta de Europa al mundo, para, tras olvidar tanto los egoísmos como los localismos, articular en el futuro una gran región europea ribereña a nuestro 'Lago Celta', que se extienda desde Porto hasta Normandía. Ello implica también aprovechar nuestras ventajas naturales y vitales.
El éxito pasa también por una vértebración de las regiones ribereñas, internamente y con sus «hinterlands». tras mejorar las conectividades terrestres, no solo en España, sino también en el Oeste de Francia y en Portugal. En este camino se presenta un reto inmediato que es aprovechar lo que tenemos sin discusiones inútiles, ello implica que:
-Al nuevo ferrocarril hay que darle contenido inmediatamente con nuevas actividades. -Debemos abordar el problema hidráulico, tras tomar las medidas adecuadas con visión a largo plazo, aunque ello implique costes en popularidad momentánea. -Hay que impulsar el funcionamiento en competencia sinergica de los Puertos del Noroeste. Es indispensable, pues no es admisible (en un tiempo en el que nuestros competidores se unen para mover, bajo una gestión coordinada, centenares de millones de toneladas al año) que en un tramo de costa, el comprendido entre Oporto Y Bilbao, de 416 millas náuticas, compitan a muerte 9 puertos principales así como otra serie de menores, todos ellos absolutamente viciados por su localismo megalómano. -Por el mismo motivo, nuestra estructura logística debe funcionar en red, así como estar coordinados todos sus elementos: terminales, zales, polígonos... En ese conjunto, la ZALIA de Asturias debe tener una estrategia, no limitarse a ser un polígono industrial más. -A nivel de Asturias, hay que racionalizar y ordenar, lo que exige, con el apoyo de una Administración al servicio de todos, no de sí misma, y extendida por todo el territorio, abordar las uniones administrativas necesarias para tener no más de 11 o 12 municipios, pues las medidas cosméticas fracasaran como todos los trampantojos.
Sabemos que esa misión es difícil y quizá a corto plazo inviable, porque nos rodea una selva de intereses creados, pero recordamos que rompiendo la maraña se sale al aire libre. Y en el aire libre está una Asturias más innovadora, más solidaria y menos localista.
Para terminar, reiteramos que lo que nos pasa es el fruto de nuestra dimensión moral y de nuestra falta de espíritu de lucha, que cristaliza en agachar la cerviz para no importunar a nadie que mande. Ello es fruto de no ser (por egoísmo, avaricia, cobardía o lo que sea) capaces de defender nuestros propios intereses. En consecuencia, las metas se alejan cuando casi se tocan con la mano y por ello cada vez se complican más nuestros problemas, ya de por sí complicados.
Creemos que no debemos lloriquear impotentes por los rincones para culpar a los demás, sino hacer una catarsis para con fe, llegar a la Nueva Frontera. Esa catarsis partirá de la convicción de que si queremos resolver los problemas de Asturias tendremos que actuar de forma diferente a como lo hemos hecho hasta ahora, para afrontar, con decisión y sin demora, las reformas que se deben llevar a cabo, tras evitar caer en una autojustificación que esconda una vez más la aversión al riesgo y la falta de ideas para emprender nuevas actividades. En esa línea, reiteramos que deberíamos proponernos como visión a largo plazo el escenario de una Asturias innovadora, abierta a los mercados exteriores, con un área metropolitana potente, unos espacios rurales diversificados y renovados, y con una economía circular que garantice la sostenibilidad de los recursos. En consecuencia como tenemos el convencimiento de que no podemos permanecer callados e inactivos ante la muerte anunciada, gritamos como Jovellanos, aquel que no tuvo miedo a los intereses creados y que por ello fue a Bellver. Para ser dignos de nuestros antepasados hay que recordar: que el Noroeste lo formamos los pueblos que antes de romanizarse vencieron a Roma. Por ello digamos 'no' y después luchar y luchar. Debemos avanzar todos juntos a la Nueva Frontera. ¡Queremos Corredor Atlántico! ¡Volvamos!
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