Progresamos adecuadamente

Todo el proceso se desarrolló con normalidad, transparencia y respeto a las reglas que, algunas sobre la marcha, fueron dictadas por la Comisión Federal de Ética y Garantías y su homóloga en Asturias.

A pesar de los temores a que la exposición mediática pudiera dañar la imagen socialista y menoscabar las expectativas electorales de cara a la cita con las urnas del próximo mes de mayo, la sociedad gijonesa parece haber seguido el proceso con madurez y con la expectación lógica que produce, en nuestra ciudad, el partido que más años ha gobernado, liderando la mayoría de los proyectos que han contribuido a su transformación y modernización.

El PSOE gijonés ha demostrado, una vez más, que la transparencia en los debates internos que interesan a la ciudadanía (y quién será la persona que optará a gobernar la ciudad, pero también cómo es elegida, sin duda interesa), no sólo no provocan desafecto sino que nos reconcilian con quienes aprecian un modo de hacer política cercano y honesto.

No obstante todavía quedan aspectos que mejorar en este modelo de gestión orgánica que prima la participación crítica de la militancia frente a la imposición «ilustrada» de los «aparatos», sin que ello menoscabe la responsabilidad de los órganos de dirección de proponer -que no imponer-, facilitar -que no condicionar- y orientar -que no dirigir-, los debates internos que contribuyan a hacer de la organización un instrumento útil para las personas y el progreso social.

Aspectos como, por ejemplo, dejar de confundir neutralidad con imparcialidad, siendo la primera incompatible con la militancia política y la segunda una obligación de toda dirigencia política responsable de garantizar la igualdad de oportunidades de cualquier militante a la hora de participar en la vida orgánica. O considerar los cambios de opinión algo reprochable, cuando estos suponen una mejora del funcionamiento de la organización. Que militantes antes dubitativos respecto a la conveniencia y oportunidad de consultar a la militancia la designación de la cabeza de cartel para las próximas elecciones, hagan de ello bandera e incluso contribuyan con la presentación de una alternativa, no puede ser interpretado más que como la confirmación de que, cuantas más opiniones mejores decisiones.

Pero, sin duda, entre las bondades derivadas de este proceso, hay que destacar el hecho de que un ciudadano no afiliado, aunque siempre militante en la lucha contra la injusticia, haya decidido abandonar una cómoda, y más que merecida, vida jubilosa, para poner toda su experiencia y compromiso social al servicio de un proyecto de ciudad que entre todos y todas construiremos sobre pilares fundamentales como: poner a las personas en el centro de la acción política, la solidaridad y la equidad como elementos vertebradores de la convivencia ciudadana, y la innovación como motor para el desarrollo social y económico.

Que Luis Manuel Flórez «Floro» se haya animado a participar en las Primarias del PSOE gijonés, con independencia del resultado final, supone una oportunidad para reconectar a la ciudadanía con la política. Una política que gestiona la convivencia, dialogando y consensuando el presente y futuro que queremos para nuestra ciudad. Pero también supone un espaldarazo al modelo de partido que el PSOE de Gijón quiere ser: una organización abierta, que escucha y está dispuesta a sumar y acompañar a quien comparta los valores progresistas que desde hace 131 años han orientado nuestra acción política en la ciudad.

En ello estamos, aplicándonos como mejor sabemos y podemos. Conscientes de que será la ciudadanía quien, finalmente, evaluará nuestro desempeño. El próximo 9 de octubre tendremos nuestro primer parcial y lo afrontamos con el convencimiento de que, una vez más, el PSOE sabrá estar a la altura de lo que Gijón demanda y necesita.