Dice Barbón que los confinamientos perimetrales de los concejos y ciudades no han tenido el efecto esperado. Efectivamente, la confinación perimetral no sirvió para nada ... y solo acarreó molestias, pero Barbón se equivoca en eso del efecto esperado. Solo los tontos o ingenuos, entre los que me imagino que no se encuentra el presidente del Principado de Asturias, esperaba que una medida tan absurda e improvisada como esa tuviese un efecto positivo en la contención del coronavirus.
En los primeros días, las normas de confinación perimetral de ciudades fueron surrealistas. Y cuando se opto por los concejos como norma perimetral, la medida siguió siendo absurda y muy difícil de cumplir. Yo he vagado en bicicleta eléctrica estos días por el concejo de Gijón y sus aledaños, y he observado que por la senda Norte de Xivares a Perlora paseaban sobre todo personas procedentes de Gijón; en el monte Areo, coincidían gente de Carreño, de Corvera, de Llanera y Gijón, y que al pico Fario llegaban desde La Pola, Sariego, Villaviciosa y Gijón.
Una de los aspectos que están minando la confianza entre las autoridades políticas y sanitarias, y el común de la ciudadanía es la publicación de normas que o bien son ambiguas, difíciles de comprender, o imposibles de cumplir.
El Principado utiliza esta ambigüedad con las medidas que se publicaron ayer viernes sobre los cierres de la hostelería y las actividades culturales durante 15 días, pero que se revisarán el próximo miércoles, día 9. Si el día 9, presumiblemente se abrirán con sus medidas de seguridad teatros y me imagino que parte de la hostelería, para que seguir con la incertidumbre.
Entre las normas difíciles de comprender están las del permiso de las 'reuniones con los allegados' que se ha sacado de la manga el ministro de Sanidad. En el diccionario de María Moliner se dan varias acepciones de allegado, entre las que se encuentran las de 'próximo', 'pariente', 'amontonado' y 'partidario'. Un campo abierto que puede hacer que enloquezcan hasta cuerpos tan cabales como la Guardia Civil y la Policía Local, cuando nos pregunten en Navidad a dónde vamos y les respondamos a ver al allegado.
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