Desmemoria
Su amigo E. Musk es sudafricano, M. Rubio, su secretario de estado, cubano, y Trump, mezcla escocesa-alemana... pero todos comparten diagnóstico: el mal está en esos peligrosos delincuentes, inmigrantes indocumentados
Escuela y saber falsean la realidad y ocultan la verdad; el «imposible vivir sin memoria», «quien olvida el ayer, se condena a repetirlo», es negado ... por los hechos, arrolladores, aplastantes. La vuelta de Trump, su 'mariachi' tocando la 'trumpita' y los palmeros cósmicos jaleando al elefante que anda por el mundo como por la cacharrería, lo confirma: se vive mejor olvidando el pasado, sobre todo, propio. Su amigo E. Musk es sudafricano, M. Rubio, secretario de Estado, cubano y él, mezcla escocesa-alemana... pero todos comparten diagnóstico: el mal está en esos peligrosos delincuentes, inmigrantes indocumentados.
Quien habla del sueño americano desea volverlo pesadilla aplicando el principio: «el último, ¡que se joda!», «haber llegado antes», en una visión que urge a cerrar la puerta tras su llegada, viendo, al ayer compañero viajero, una carga, al pariente o vecino, un extraño que se aprovecha de su trabajo. Hay que tener huevos –ellos– y papeles –el resto– pues, al parecer, ellos vinieron al mundo con el visado bajo el brazo otorgado por la divinidad que los eligió para salvar al mundo de semejantes y –coyunturales– viejos compatriotas.
El olvido es salud en un mundo enfermo; limpia conciencias, fija paquete y da esplendor al gestor que, dicen, requieren estos tiempos. Trump impulsa la Internacional Trumpetista, a la que algún político español se entrega con afán y ademán pues, al fin, podremos consumir aceite a rabiar, comernos con patatas el calzado no exportado y convertir la paletilla ibérica en raqueta de pádel; españoles de raza y razia, sabedores que nunca fuimos emigrantes y siempre vivimos donde Dios situó a los Adán y Eva patrios: en un Edén asediado hoy por especies invasoras, de apariencia humana, que nos acosan. Si ha llegado hasta aquí, permita un consejo: olvide, ayuda a vivir.
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