Sociedad anónima

Por eso extraña la tendencia ante cierto tipo de denuncias: anonimato en espacios que no siempre filtran y pueden convertir un desahogo en calumnia para el vecino. Se acepta cada vez antes la verosimilitud, se exige menos para acreditarla, la sentencia la dicta el pre-juicio virtual de las redes que considera superfluo el juicio real, sube el tono del insulto al crítico, el afán por aplicar el máximo rigor y exigir el cumplimiento íntegro de la condena, hasta negar el ideal democrático de reinsertar al delincuente.

El delito debe probarse, la pena, cumplirse y la víctima debe ser –siempre– resarcida, pero un axioma básico de la democracia consiste en defender y proteger la dignidad humana, la de todo ser humano, incluso la de aquel cuya práctica ha sido abominable e indignante, hasta dejarnos sin palabras.

Extraña copla: cantar a diestra y siniestra la superioridad legal y ética de lo políticamente correcto; el populismo vive de tópicos, utiliza principios que aparca para la excepción reservada a la propia sensibilidad e inquietud. Muestra el éxito de la 'democracia' posmoderna, creada a imagen y semejanza del mercado: sometida a la 'la república independiente de mi casa', esclava del chiringuito particular y reducida al análisis parcial, aunque se vista con ricos colores y se revista de mágicas palabras.