Culebrón y parto de la Movilidad
Nueve años, del 2023 al 2032 durará sobre el papel la vigencia del Plan de Movilidad Sostenible aprobado el pasado jueves en el último Pleno ... municipal. ¿Nueve? Me parece difícil, aunque sigan gobernando los socialistas. Como decía el Tenorio, «bien largo me lo fiais», sobre todo cuando las actuaciones de la Concejalía de Movilidad se han caracterizado por la improvisación, la falta de planificación y el método del ensayo y el error. El plan del 'novenio' dio a luz con fórceps en los votos de varios concejales socialistas, una absoluta falta de consenso entre los ediles, y un claro desacuerdo con los habitantes de Gijón. No es una cuestión menor que este plan haya sido recurrido judicialmente.
La Movilidad ha sido un culebrón permanente en la última legislatura. Carriles bicis laberínticos que cuestionaron hasta por los propios ciclistas. El fregado del Muro y el enredo de su obligada rectificación. Los brindis al sol de proyectos irrealizables. La desaparición de plazas y las restricciones, sin alternativas, a los automóviles son algunos de los recuerdos que nos dejan esta mal venida Movilidad. A ellos se suma este último gol, ya en tiempo de descuento, que los socialistas gijoneses metieron en su propia puerta al apoyar con la boca chica un plan que, si gobiernan dentro de un mes, lo piensan modificar.
Está claro que los socialistas gijoneses querían que la alcaldesa retirase del Pleno la Movilidad. Está claro que la alcaldesa, no sé si en venganza o en conciencia, no les hizo ningún caso. Es sabido que, ante el show en el que podría convertirse el último Pleno, Floro pidió a los concejales socialistas que están en su lista que votaran con la alcaldesa para no agravar la situación. Más o menos, el aspirante a alcalde les dijo que la ordenanza no es vinculante y, además, si sale elegido la modificará, y si no sale, la cambiarán otros.
El resultado final de este pasteleo es, primero, que la independencia de los concejales y su voto en conciencia no existe. Hacen lo que se les manda, lo que les deja en muy buen lugar. Y, lo segundo, es que se votó una movilidad paralizada. Al aprobar el plan, el Pleno municipal ha parido un ridículo ratón.
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