Los héroes frente a la memoria sectaria
Más que desmantelar, lo que necesita el Monumento a los héroes del Simancas es limpiarlo. Cuando recientemente lo vi amorfo, sucio, ennegrecido, más que un ... monumento conmemorativo parecía un remedo de 'La masa devoradora', aquella sustancia viscosa del cine de terror. La propuesta de IU, respaldada borreguilmente por el Gobierno del Principado, de retirar el monumento de la fachada del colegio de los Jesuitas –algún exaltado dijo escribió el verbo derruir, que suena más bravo–, es bastante insustancial. El monumento está en zona privada, dentro del patio de entrada. Hace años hubo una polémica similar con el atrio de la Iglesiona, pero en este caso no había un trasfondo artístico, sino de los nombres fusilados en agosto de 1936. El arzobispo Osoro, dialogante e inteligente, retiró los nombres de la entrada, pero los llevó a la girola de la Iglesia, en donde ahí siguen. Hay otro motivo que aconseja limpiarlo, que es de carácter artístico. Más que escultura, se podría definir a esta obra de Manuel Álvarez-Laviada como de escenografía escultórica, con una proyección especial bien definida. Recordemos que Manuel dejó en Gijón obras como 'Alegoría del trabajo, la medicina y la infancia' que estaba en el edificio de la plaza del Carmen del Instituto Nacional de Previsión, derruido bárbaramente en el 2006. Se salvó la obra de Laviada, llevándola al parque de Isabel la Católica, en compañía de otras esculturas suyas. Pues bien, este escultor, lejos de 'exaltado fascista' fue un liberal cabal, miembro de la Junta de Defensa del Patrimonio Artístico en la República, por lo que fue depurado, perdiendo su puesto en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, hasta 1945. Los que defienden el 'talibanismo' cultural, dirán que les ampara la ley de la Memoria Democrática, apéndice 'endegenerando' que diría Belmonte, de la Ley de Memoria Histórica de Zapatero. Una memoria perfilada e impuesta, necesidad obliga, por un partido como Bildu, vinculado a la organización que más sanguinariamente atentó contra la democracia española.
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