Miguel Ángel Fernández fue contrabajista de la OSA, orquesta sinfónica asturiana que, a pesar de la ferocidad de su acrónimo, alcanzó bajo la dirección de ... Víctor Pablo Pérez un alto nivel artístico. También fue profesor de acústica del conservatorio de Oviedo, y, sobre todo, compositor electroacústico. Una de sus obras rescatables se titula 'El Viaje de Invierno'. Sobre la grabación de los aplausos del último concierto de la OSA, procesados con maestría por el compositor electricista, compone una fría estampa musical. Miguelín es un tipo simpático y encantador, que recogía dichos y refranes sobre músicos. Uno de ellos es 'Entre músicos te veas'. Y no, precisamente, por la armonía conjunta, sino por los celos, envidias y puñaladas traperas que 'a veces' se dan en este colectivo sonoro.
Entre un tribunal de músicos 'compañeros' se vieron la pasada semana cinco violinistas interinos, cuatro de ellos de la OSPA, con la que vienen tocando, uno con funciones aventajadas de ayudante de concertino, desde hace años. Los violinistas interinos participaron, dentro del intento europeo de reducir la temporalidad de empleo, en un concurso-oposición. Los datos son públicos, por lo que no incurro en ningún secreto administrativo. El tribunal estaba formado por tres violinistas de la OSPA, S. L., E. A. y S. K., este último maestro durante cinco años de un aspirante al que le puso un cero, y presidido por el director Nuno Coelho. La puntuación del tribunal en el ejercicio de la primera fase a sus compañeros fue de cero patatero a excepción del concursante Daniel Jaime Pérez, que obtuvo un 6,81 sobre 30, lo que equivale a un 2,3 poco más o menos sobre diez. Presumiblemente, la puntuación procedió, exclusivamente, del presidente del jurado. En la segunda fase, Daniel fue el único que pudo remontar la mala calificación anterior y, salvo algún imponderable en la parte final del concurso, aprobó, frente a los turbios elementos, la oposición.
La OSPA es una buena orquesta, especialmente en la sección de las maderas, pero posee una buena cuerda y un talentoso director, al que, por cierto, en la medida de mis posibilidades, apoyé en su nombramiento. Por eso, la imagen de puñaladas y venganzas que se ha dado estos últimos días, para que no se repitan, deberían esclarecerla.
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