La oficina de la Troya
El caso Cascos es, en realidad, el caso del alquiler, a nombre de Foro, de un garaje y una oficina en Madrid, cuya propiedad se ... relaciona con el ínclito político asturiano. Lo demás, que si licencias de pesca, que si traslado de colchones, que si el juego de consola, son migajas bastante pintorescas. Significativas en el campo de la ética personal y política, tanto la de Álvarez-Cascos como la del partido por él creado, y que no es descabellado ampliarlo al funcionamiento actual de los partidos políticos, pero con muy poco recorrido en el Código Penal.
Las declaraciones sobre la oficina y el garaje alquilado por Foro en Madrid por un total de 173.858 euros me dejan perplejo. Para los unos era una necesidad de uso y prestigio. La gente que venía de Asturias «subía y bajaba y me las encontraba con ellas en el pasillo», testifica María Porto, propietaria 'in pectore' de la oficina y garaje que en el breve año de las expectativas ascendentes de Foro debía estar abarrotada. Hasta el garaje, que entre otros utilizaba cuando venían a Madrid Enrique Lanza, hoy uno de los apoyos de Carmen Moriyón en el caso Cascos. Para los otros, lo de Madrid era una oficina y garaje fantasma. Una manera de desviar fondos al entonces todopoderoso cabeza de ratón de Foro.
Lo de la oficina fue una equivocación y un terrible error. En vez de un garito para su partido, Cascos, inspirado en Alejandro Pérez Lugín, debería haber abierto la pensión 'La casa de la Troya' para los asturianos de paso por Madrid. Buenos precios, con cama y garaje incluidos.
POSDATA. Que el cartel de venta de parcelas del 'solarón' haya estado expuesto nueve años, cuando no había compradores ni solares que vender, es una anomalía. La retirada del absurdo cartel nos recuerda que no se trata de reducir la edificabilidad, sino de potenciar, en toda su integridad, el parque central que Gijón necesita y ahora tiene la oportunidad de lograr. Esa debería ser la prioridad de la alcaldesa en urbanismo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión