Suiza y el dinero gratis
Una inflación fuerte en Occidente hará que nuestros productos sean menos competitivos frente a los asiáticos y eso se traducirá en menosempleo, más déficit comercial y más crisis económica
Se imaginan recibir un aviso en el que le dicen que el Estado le ha regalado e ingresado en la cuenta bancaria 7.200€? Pues ... eso es lo que pretenden en Suiza los promotores de una iniciativa según la cual el Gobierno helvético enviaría a cada suizo 7.500 francos suizos, equivalentes a 7.200 euros. Pero para que cada uno de los ocho millones y medio de suizos reciba ese regalo sería necesario imprimir francos suizos por importe de 63.000 millones. Algunos pensarán que no hay problema siempre que haya tinta suficiente, pero las cosas no son así de fáciles.
Los promotores de la iniciativa llevan desde 2020 recogiendo firmas, aunque con las dificultades derivadas del covid ahora lo tienen más difícil. Pero como a nadie le amarga un dulce, es probable que las consigan y puedan sacar adelante su idea. El problema es que en el año 2020 Europa luchaba contra una inflación muy débil y la idea de poner en marcha una especie de 'Helicopter Money', que fuese soltando billetes no era descabellada, ya que podía incentivar el consumo y generar una leve inflación. Pero, la situación actual es justamente la contraria ya que la inflación media en Europa es del 5,8%, en España alcanza el 6,5% y en Estados Unidos ya llegó al 7%, con lo cual la idea de poner más billetes en circulación generaría más inflación y eso podría desembocar en una gran crisis económica. Aunque pueda parecer paradójico, recibir ese dinero les podría costar caro a los suizos, ya que generaría una espiral inflacionista que podría hacer que tuviesen al final menos poder adquisitivo que antes de recibir los 7.500 francos suizos.
El padre de la idea de establecer un 'Helicopter Money' fue el icónico y controvertido economista neoyorquino Milton Friedman (1912-2006), Premio Nobel de Economía del año 1976, el cual la expuso en su obra 'Money Mischie', publicada en 1992. Friedman, líder de la monetarista Escuela de Chicago, defendía que mediante el manejo de la masa monetaria se podía regular el funcionamiento equilibrado de la economía. Pero, en estos momentos la situación que vive Occidente es resultado de otro tipo de 'Helicopter Money' silencioso, que se ha puesto en marcha desde el año 2007 cuando el estallido de las hipotecas 'subprime', ya que durante estos casi tres quinquenios los bancos centrales han seguido una política monetaria expansiva, consistente en comprar ingentes cantidades de deuda pública para evitar el derrumbe de esos títulos de renta fija en los mercados. Gracias a eso se ha evitado que la economía entrase en estado comatoso y se ha frenado la bancarrota de muchos estados, pero también ha provocado la inflación actual, aunque se le eche toda la culpa al precio de la luz. El saber popular ya resume este tipo de situaciones con la famosa frase de que 'en el pecado va la penitencia'. Es decir, todo en la vida tiene sus pros y contras.
La idea de enviar ese dinero gratis a la gente a su casa llega en un mal momento, ya que la FED, con Jerome Powell al frente, ha avisado de que no le temblará el pulso a la hora de tratar de controlar el proceso inflacionario. Incluso el BCE, que sin su gran timonel Mario Draghi ya va a rebufo de la situación, también ha advertido de que no se quedará de brazos cruzados. Es decir, se avecinan tiempos con subidas de tipos de interés y con inflación y todo ello en un entorno tan especial como el que vivimos con el covid.
Una inflación fuerte en Occidente hará que nuestros productos sean menos competitivos respecto a los asiáticos y eso se traducirá en menos empleo, más déficit comercial y más crisis económica. El problema de fondo es que Occidente es una entelequia total, sin futuro alguno. No somos competitivos económicamente, ni somos coherentes en aspectos tan importantes como el energético, el laboral, el ecológico, etc. La zona geográfica del área euro, más Estados Unidos y Japón, no representamos más del 12% de la población mundial y pensar que ese 12%, lleno de sentimientos de culpabilidad, lleno de complejos y lleno de incoherencias va a poder seguir manteniendo su supremacía mundial frente al área asiática, que ya representa más del 50% de la población mundial, es sencillamente una ilusión infantil.
Hubo un tiempo en el que Suiza era famosa por su neutralidad, por la opacidad bancaria y por ser refugio de grandes fortunas, algunas de ellas conseguidas de forma poco transparente. Ahora, puede ser noticia por regalarles el dinero a sus ciudadanos. Un regalo envenenado.
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