El Ayuntamiento se da un mes de plazo para pactar los objetivos de la revisión del PGOU
El equipo de gobierno busca un acuerdo para «un nuevo modelo» de ciudad más compacta y sostenible
GONZALO DÍAZ-RUBÍN
Viernes, 18 de marzo 2016, 02:59
Por ahí, diseminadas alrededor de la ciudad, un poco al buen tuntún entre Tudela Veguín y La Malata, hay 27.000 viviendas. No se ven porque nadie las construye, pero están ahí esperando a unos residentes que no van a llegar. El concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, anunció ayer el inicio de una ronda de conversaciones entre todos los grupos políticos para consensuar los objetivos de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, que impulsará el equipo de gobierno. Oficialmente, se trata de adaptar el vigente al nuevo marco normativo; en realidad, busca «alcanzar un acuerdo sobre un nuevo modelo de ciudad». Uno «sostenible», que no consuma suelo de forma masiva (un millón de metros rurales se recalificaron la última vez que el PP le metió mano al plan), que mejore la movilidad, que avance en la integración de la capital con el área metropolitana y la zona rural, y que tenga presentes la ordenación de los terrenos de La Vega y El Cristo.
También, que potencie la regeneración urbana y la rehabilitación de viviendas, la defensa del medio ambiente (con especial atención al Naranco y el Nora) e incluya la «necesaria transformación» de la antigua entrada de la autopista 'Y' y de la Ronda Sur en espacios más amables y no solo reservados para el tráfico y los coches.
En el documento que el edil entregó al resto de grupos se van colando datos, casi razones para darle la vuelta al PGOU. El planeamiento vigente prevé 26.956 viviendas nuevas, en un concejo en el que, según datos del INE de 2011, hay 18.582 viviendas vacías y que pierde población desde hace un lustro. Añade que, entre 2000 y 2006, la superficie urbanizada de Oviedo creció un 11,5%. Podría abundar más. Desde 1995, los suelos de naturaleza urbana han duplicado su superficie, al pasar de 2.192 hectáreas a 4.196 en 2012. O hacer más daño: de los 186,6 kilómetros cuadrados del concejo, algo más de 41 (un 22%) son ciudad, aunque no todos lo parezcan.
El dato dibuja un municipio hormigonado, pero sólo es cierto sobre el papel. La revisión del PGOU de 2006 ha dejado «un modelo territorial expansionista», que «apuesta por el crecimiento en media y baja densidad» y «sin diversidad social», al concentrar en una serie de ámbitos periféricos la vivienda protegida «que apenas se han materializado».
Suspensión de licencias
Esos ámbitos sin materializar -la lista es larga- son uno de los objetivos no declarados de la revisión. Uno de los difíciles. La intención del equipo de gobierno es revertir aquellos que sea posible para dar lugar a «una ciudad más compacta y sostenible». En algunos será difícil dar marcha atrás sin entrar en colisión con los intereses de sus propietarios. El concejal no quiso dar pistas. Cuando se alcance el consenso político al que aspira, se licitará una asistencia técnica que deberá encargase de los detalles.
¿Habrá suspensión de licencias? Del Páramo no entró en detalles, aludió a la obligada en la aprobación inicial del plan, sin descartar que pueda anticiparse para frenar actuaciones ventajistas por parte de propietarios de los suelos.
El objetivo es ambicioso. Decrecer es más difícil de lo que parece. Es, además, un camino nuevo y largo. «Las revisiones del planeamiento se sabe cuando empiezan, pero no cuándo terminan». Al PP, la de 2006, le llevó dos años. Del Páramo se conformó con que «esté aprobado dentro del mandato».