PP y Ciudadanos critican que «un mes es insuficiente» para consensuar el PGOU

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Oviedo (PGOU) incluirá cambios sustanciales respecto al vigente, elaborado hace una década por el anterior equipo de gobierno. Dibujará urbanísticamente, o al menos es la intención manifestada, un nuevo Oviedo de futuro: más compacto, con un crecimiento pegado a la urbe ya construida y sin islas de grandes edificios protegidos en la zona rural, con una planificación de dos de sus grandes áreas sin uso, La Vega y El Cristo, más sostenible, con mejor movilidad y con una mayor integración de la capital en el área metropolitana.

Son los puntos de coincidencia de los grupos del Ayuntamiento ante el anuncio del concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, de iniciar la ronda de reuniones para modificar el planeamiento de la ciudad en busca de un «nuevo modelo» frente al expansionista de tiempos anteriores, apoyado en el crecimiento económico proclive al ladrillo. El edil da un mes para alcanzar un acuerdo político que siente las bases para un proceso de participación social más amplio pero la oposición considera que, si realmente se quiere alcanzar consenso, el plazo marcado de dos encuentros -el primero el próximo miércoles- resulta insuficiente dada la trascendía del documento, posiblemente el más importante del mandato.

«Por parte del PP hay voluntad para debatir, pero ya a la primera reunión vamos a ciegas», lamentó el portavoz de los populares, Gerardo Antuña, en referencia a la falta de información sobre los planes concretos del equipo de gobierno para desarrollar dicha modificación. «Apreciamos la voluntad del Gobierno de consenso, pero no bastará con dos reuniones para un acuerdo político», se sumó a la petición el portavoz de Ciudadanos Luis Pacho.

Al margen de las formas, los políticos municipales también hablaron del contenido, complicado ante los intereses contrapuestos, en muchos casos, de lo público y lo privado y en determinadas zonas, incluso, entre administraciones públicas. «Las previsiones de ese PGOU tendrán que tener en mente si hay expropiaciones o indemnizaciones por el cambio del plan», alertó Antuña, sin entrar en más detalles a la espera de recibir más información.

Ciudadanos aplaudió la decisión de modificar el plan «ante la necesidad» para definir el crecimiento de Oviedo. En este primera reacción tras al anuncio del Gobierno local, mostró su disposición a colaborar en cuestiones como la visión del área metropolitana central, evitar la «especulación urbanística» o la definición de los espacios de la parte alta y baja de la ciudad. Aunque en el caso de La Vega «no deja de ser un problema» que la propiedad, a día de hoy, sea del Ministerio de Defensa, incidió. «Queremos que sea devuelta pero nos podemos enfrentar a una realidad tozuda si vamos a fiar el PGOU a que La Vega sea de los ovetenses sí o sí», advirtió. Apostó, además, por incluir un recinto ferial y para conciertos en ese Oviedo de futuro.

El documento requerirá la mayoría del Gobierno tripartito. Desde IU abogaron por la necesidad de «cambiar profundamente el plan actual, con una visión muy diferente al elaborado por el PP en 2006» para lograr una ciudad «más sostenible, cumplir con la normativa europea» y evitar que la zona rural se conciba como un espacio para levantar miles de viviendas protegidas. También para incluir La Vega y El Cristo. Fundamental será, en su opinión, «un proceso participativo que no solo cuenta con grupos políticos sino con los ciudadanos» y que se apueste más por la rehabilitación que por la nueva construcción para lograr una ciudad «más compacta». «Los tres grupos de gobierno tenemos la misma visión de darle un cambio radical» al documento, aseguraron. El PSOE eludió ayer esa primera valoración.

En cuanto a la suspensión de licencias, el edil de Urbanismo indicó que «no se trata de entrar como un elefante en una cacharrería» por lo que no es «una problemática» en la actualidad para evitar el ventajismo de particulares ya que «no estamos en una situación de expansión económica», justificó el edil. Primero estudiarán cómo concretar el plan y posteriormente decidirán. Lo habitual es que dicha suspensión entre en vigor con la aprobación inicial.

Arquitectos

Otro de los sectores que había abogado por una revisión es el Colegio de Arquitectos de Asturias, que hace un mes presentó, a petición de Ciudadanos, un documento para justificar la necesidad de dicha revisión. El decano de la institución, Alfonso Toribio, defendió ayer que «el modelo de desarrollo ha cambiado: ya no es crecer hacia fuera sino crecer hacia dentro». Apostó por el consenso para aplicar el cambio, siempre teniendo en cuenta que «la ley está por encima de cualquier voluntad política».