Una semana para iniciar el PGOU
El nuevo Plan General tratará de poner fin a la segregación espacial en función del nivel de renta de los residentes
G. D. -R.
Jueves, 21 de abril 2016, 03:11
Los cinco grupos municipales están cerca de cerrar los objetivos particulares que regirán la contratación de una asesoría externa para poner en marcha la revisión del PGOU. Tan solo ayer el PP pidió algo más de tiempo para poder plantear algunos cambios en el texto de 17 objetivos (más la participación ciudadana) que serán la base de la licitación, la base del futuro modelo de ciudad que se pretende cerrar la próxima semana. El concejal del ramo, Ignacio Fernández del Páramo, celebró ayer el consenso «en un tema fundamental, que trasciende a esta Corporación, y en objetivos que son de sentido común».
Incluso aquellos que hace una semana resultaban más ásperos parecen encauzados. El PP era reticente a las propuestas para limitar el consumo de suelo o, en román paladino, las que pretenden evitar el crecimiento disperso que prevé el actual ordenamiento, con miles de pisos repartidos desde San Claudio a La Malata, pasando por Cerdeño o Anieves. Del Páramo recordó que todo el cuerpo legislativo «nacional y europeo» está girando para defender ciudades más compactas.
También en lo social. El concejal considera importante terminar «con la segregación espacial en función del nivel de renta» o, de nuevo en cristiano, evitar la concentración de viviendas sociales o baratas en el extrarradio que mantiene el actual Plan General.
Tampoco es que se lo haya inventado el concejal. La literatura científica está llena, desde hace medio siglo, de estudios que señalan que separar por niveles de ingresos y riqueza perjudica la movilidad social y tiene efectos graves en el desarrollo educativo de los niños con menos recursos. En gran medida, por el estrés familiar derivado de vivir en un hogar pobre. Cuando un padre está pensando en llegar a final de mes, dedica menos atención a sus hijos y a su educación. El efecto es aún más pronunciado si esta pobreza es vivida en barrios con rentas bajas, y no en barrios de clase media o con diversidad de ingresos familiares.
Con datos municipales
Hasta el Ayuntamiento, con la parquedad y escasez de sus trabajos y estudios sociales, tiene desde hace años indicios de que concentrar la vivienda barata en La Corredoria, Pumarín o Ventanielles no fue una buena idea. Con motivo de solicitar fondos Feder para el proyecto Urban 'Oviedo al Norte', concluyó que los barrios concernidos -los antedichos más Teatinos y Fozaneldi- sumaban el 25,7% de la población de la ciudad, pero sólo tenían el 14% de las empresas.
Tenían, además, una tasa de desempleo un 40% mayor que en el conjunto del municipio y aún eran los tiempos buenos, con el paro en el 10% en Oviedo. La zona sufría mayores índices de contaminación acústica y del aire y, por lo visto en diciembre, con el cierre de la 'Y', eso no ha cambiado. Lo más preocupante, que su nivel educativo era también sensiblemente menor, pese a que se trataba de los barrios con más población joven y los de mayor crecimiento.
El propio estudio apuntaba a la concentración en la zona de la oferta de vivienda protegida como una de las causas de los desequilibrios. El Plan General que aprobó el PP ese mismo año apostó por más de lo mismo: por concentrar miles de viviendas de protección aún más lejos del centro y de los servicios básicos.