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Los usuarios de El Asturcón tratan de frenar su próximo desalojo en los tribunales

Recuerdan al alcalde que su propuesta para mantener el centro abierto no generaría gastos para el Ayuntamiento

Gonzalo Díaz-Rubín

Lunes, 9 de mayo 2016, 09:35

El alcalde, Wenceslao López, pidió antes de ayer a los usuarios de El Asturcón que no le echen un pulso al Ayuntamiento, que la decisión sobre el debate sobre el futuro de las instalaciones está «cerrado». Los propietarios de los últimos menos de 90 caballos tienen la notificación en sus manos desde hace días: deben desalojar el centro el día 13. Pero no lo harán voluntariamente. Habrá pulso. «Hemos decidido defender nuestros intereses en los tribunales», anunció ayer la plataforma que los agrupa. «Vamos a solicitar la suspensión del desalojo y nuestros abogados pedirán el expediente al Ayuntamiento para organizar nuestra defensa». Una que plantearán ante los tribunales de lo Contencioso-Administrativo buscando, primero, la suspensión cautelar de la orden de desalojo y, después, garantizar la continuidad del centro donde guardan y montan sus caballos.

«Somos conscientes que vale más un mal acuerdo que un buen juicio y estamos abiertos a la negociación», advierten los usuarios en su comunicado, pero «dejan claro», que fue el Ayuntamiento el que hace años construyó y explotó estas instalaciones con unas determinadas condiciones, dentro de sus competencias de promoción del deporte base. «Los usuarios estamos en la hípica gracias a eso, ahora no se nos puede dejar tirados, sin sitio donde tener a nuestros caballos y sin unas instalaciones deportivas ya construidas», señalan.

Estabular

Es ahí donde radica el problema. El Asturcón dista de ser un hípico al uso. De hecho sus instalaciones propiamente deportivas las pistas, cuando no el hipódromo que se construyó y que no cumple las medidas exigibles y ha quedado en estado de semiabandono están hechas unos zorros por falta de mantenimiento adecuado. El Asturcón es, o era, otra cosa. Son 30 hectáreas, con 410 boxes para caballos. El Ayuntamiento bajo los mandatos del PP subvencionó tanto la estabulación de animales como las escuelas deportivas;subdividió la gestión, la privatizó a trozos o la dejó en manos de mozos de cuadra del plan de empleo. Con esos mimbres, y pese a costar de media 1,2 millones de euros al año, las instalaciones están en muy mal estado. Por eso se fueron los usuarios que antaño llenaban las cuadras, muchas con caballos adquiridos a la yeguada del entonces alcalde Gabino de Lorenzo.

Los que quedan. Ese puñado de usuarios o bien son personas que no pueden pagar el precio de un picadero privado, que les cuide las monturas que compraron con mucho esfuerzo, o gente con cuadra propia atraída por el bajo precio de las instalaciones, pero que asume los cuidados de sus caballos.

Casi pensando en los primeros y en quienes le decían que se podía gestionar el centro sin que le costase el Ayuntamiento un euro más, Wenceslao López, licitó un nuevo pliego. Después de meses de idas y venida sobre el futuro del centro ecuestre, quedó desierto y el alcalde ha tomado una decisión, tal vez la única posible desde hace muchos meses: El Asturcón cerrará, los usuarios y sus caballos serán desalojados salvo que el juzgado acepte la suspensión cautelar.

Le han costado esfuerzo y críticas los dos caminos: los meses empleados en buscar una salida viable para las instalaciones y las semanas que llevamos camino de su clausura; pero dicen sus amigos, que cuando toma un decisión esta suele ser inamovible.

De hecho, esta semana ha puesto los datos sobre la mesa. Hay 86 propietarios con reses en el centro municipal, no hay ni 20 que sean ciudadanos de Oviedo. «Es un dato muy importante para tener una figura clara de lo que ha sido El Asturcón, de cómo se ha gestado y de como los fondos públicos del Ayuntamiento se han dedicado a una actividad que no tenían que dedicarse», recalcó el primer edil.

Control y gestión

Para López el control y la gestión de El Asturcón ha sido «totalmente irregular y hay que procurar cerrarlo con tranquilidad y no levantar más escándalo». Con las cifras que maneja, prosiguió el alcalde, ya hay «suficiente escándalo». Que un centro ecuestre haya costado a la ciudad 46 millones de euros (24 en su inversión y 22 de gasto) en 17 años es sencillamente «un pufo, algo intolerable a nivel de uso público».

Los usuarios le respondieron ayer y le recordaron que le «hemos ofrecido al Ayuntamiento que escoja el modelo de gestión que más convenga, que nosotros nos comprometimos a costear todo el gasto que generan los caballos» y a pagar 100 euros al mes por la estabulación. Según sus números, quedaría 80 por caballo para el resto de gastos del centro.

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