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Julia Piñera, de espaldas, y los concejales del PP, Cristina Fernández, Francisco García, Gerardo Antuña; de IU, Cristina Pontón; de Somos, Isabel Bermejo y Ana Taboada, y el secretario general, Jesús Fernández.

Somos trata de vincular los viajes de Caunedo con la devolución del aval a Aquagest

Cuatro funcionarios comparecen en la comisión de investigación, aún poco reveladora

Gonzalo Díaz-Rubín

Martes, 13 de diciembre 2016, 02:01

Como un mosquito pesado de verano, la comisión de investigación del caso Aquagest zumba y zumba alrededor del expediente de la devolución del aval a la anterior empresa de la Recaudación a la espera de poder picar a alguien. Somos insistió ayer en vincular, al menos temporalmente, los viajes presuntamente pagados por la empresa al exalcalde Agustín Iglesias Caunedo con la devolución de los avales. Hasta en tres ocasiones preguntó la concejala de Somos Isabel González Bermejo a las funcionarias comparecientes ayer si creían que podía haber una relación entre el regreso de uno de esos viajes, a Nueva York y París en febrero de 2009, y el cambio de criterio del interventor, que tres días después dejó de ver reparos al trabajo de Gestión de Ingresos para el Ayuntamiento. Por supuesto, no obtuvo respuesta. Solo faltaba que tuviesen que conocer la agenda de los concejales, como reprochó el popular Gerardo Antuña, pero dejó claro que hasta ahora, con sus ausencias e interrogatorios caóticos, la comisión es un aperitivo a la espera del plato principal.

Y eso que ayer se escucharon cosas nuevas. Algunas sorprendentes. La tesorera del Ayuntamiento, Reyes Aldecoa; su adjunta, Esther García Cosmea; y la jefa del área de Interior, Julia Piñera, coincidieron en minimizar su intervención en el expediente que concluyó con la devolución de los avales y la liquidación del contrato con la empresa, que pudo rescatar la garantía (240.000 euros) y otros avales (600.000) y librarse de las penalizaciones que le reclamaba el Ayuntamiento, 166.000 euros, por incumplir algunos aspectos del contrato.

Las dos responsables de Tesorería insistieron en que, cuando tramitaron la devolución de las garantías «no constaba ninguna circunstancia que pudiera paralizarla», como señaló Aldecoa, que firmó junto al interventor el reintegro de las cauciones depositadas para el contrato que finalizó en 2002. No pudo aclarar por qué pasaron tantos años, porque «no estaba en el Ayuntamiento». Además, se hizo siguiendo las indicaciones de la junta de gobierno municipal: «No tengo por costumbre cuestionar los acuerdos de la junta de gobierno», replicó Cosmea con seguridad.

No tuvo tanta cuando Bermejo le insistió en si debía entenderse que había caducado el derecho a la devolución del aval. «No lo sé», respondió. Ni para rememorar si fue ella misma quien informó, en junio de 2009, que el plazo había expirado el 31 de diciembre de 2008. «No lo recuerdo», contestó.

La nota manuscrita

La sensación que dejaron las comparecencias fue que en Tesorería se miran poco los antecedentes. Si la junta de gobierno aprueba devolver un aval, se devuelve y punto. Y más si lleva la firma del interventor, «que es el máximo responsable» de la fiscalización, coincidieron ambas funcionarias.

Se miran tan poco los antecedentes que mientras que Bermejo preguntaba por un informe de la jefa de Recaudación de 2007 y de sesenta folios en los que, tras hacer un muestreo, señalaba la existencia de posibles perjuicios para el Ayuntamiento de cerca de 100.000 euros; Reyes Aldecoa lo dejó en «una nota manuscrita» que «habla de un posible perjuicio», pero que «no consta nada más, ni siquiera comunicación al interesado». Cosmea, por su parte, «no tenía conocimiento» de su existencia «hasta que consultó el expediente ahora», es decir antes de su comparecencia de ayer. Tampoco le constan a la Tesorera Adjunta presiones a otros compañeros ni las ha sufrido, declaró a preguntas de la edil de Somos.

La pregunta encendió a Gerardo Antuña. Señaló que Bermejo estaba acusando de un delito sin prueba alguna. Taboada terció para decir que tan solo se trataba de una pregunta y que «cuando acabe la carrera de Derecho, podemos hablar de esto», le cortó la líder de Somos.

«El Desarme, con mi mujer»

La bronca se extendió. Con los micrófonos apagados, se vio gesticular a ambos. Si Somos quería hacer sangre pudo aprovechar y 'picar' a Rodolfo Sánchez. El exjefe de Gabinete de Gabino de Lorenzo y de Agustín Iglesias Caunedo aparece en sumario de la 'trama del agua' en unas escuchas relacionadas con la web de Isabel Pérez-Espinosa en las elecciones de 2011 y ha tenido que dar explicaciones en el juzgado de Lugo.

Ayer nada. El interrogatorio fue de amigo. Preguntas vagas sobre si conocía a Serafín Abilio Martínez, si recordaba estos expedientes... Cuando Bermejo le inquirió si conocía a Joaquín Fernandez -exsecretario del PP de Asturias y presunto conseguidor de la trama-, pudo decir que sí «pero que relación ninguna». Y del supuesto menú del Desarme tomado con aquel, Caunedo y Espinosa, tampoco: «Lo celebro siempre con mi mujer». Guante blanco.

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