El Ayuntamiento de Oviedo dedicará todo el plan de empleo a la recuperación del Naranco

El Ayuntamiento volcará todo el Plan de Empleo Local de este año en el Naranco. Contratará a un total de 120 personas para distintos programas con el objetivo de mejorar la sierra. Entre sus principales tareas estará la recuperación de 420 kilómetros de sendas peatonales y ciclables a lo largo de toda la cadena montañosa, pero también se incluirán programas de reforestación con especies autóctonas de fincas públicas o de recuperación de patrimonio etnográfico y cultural. Todo a través de contratos por obra y servicio de duración determinada, la fórmula que ha encontrado la Concejalía de Promoción Económica, que dirige Rubén Rosón, para tratar de evitar los problemas legales de las contratación a través de estos planes de empleo.

Ahora que el Ayuntamiento de Gijón ha renunciado a participar en la convocatoria abierta por el Principado para estos planes, el Ayuntamiento de Oviedo considera que aunque la administración regional no ha hecho todos los deberes para despejar todas las dudas jurídicas, sí que ha adaptado la convocatoria «a algo parecido a lo que hicimos en el anterior plan de empleo», explicó Rubén Rosón, creando programas específicos, bajo supervisión de funcionarios, para que, en ningún caso, los contratados a través de este programa hiciesen funciones estructurales de competencia municipal.

El uso de los trabajadores de los planes de empleo para tapar 'agujeros' de la plantilla de los ayuntamientos derivó en una serie de demandas, la primera en Avilés hace tres años, en las que los contratados reclamaban que se les reconociese como personal laboral no fijo de plantilla de los municipios que los habían empleado. La justicia les dio la razón. A todos. Pese a que los problemas se habían extendido ya a otros municipios como Gijón, en 2014, los técnicos de la casa aprobaron unas bases idénticas. Las sentencias, que se escalonaron entre 2015 y 2016, costaron casi tres millones de euros al Ayuntamiento entre el abono de las diferencias salariales, las cotizaciones a la seguridad social y las indemnizaciones por despido.

El grueso iba en lo primero: en la diferencia entre lo que cobraba un trabajador del plan de empleo y un funcionario que hacía exactamente la misma labor. Para evitar este problema, el nuevo equipo de gobierno duplicó su aportación al plan de empleo del año pasado y vinculó los salarios a lo que figuran en el convenio laboral del Ayuntamiento. La fórmula se repetirá para este próximo plan de empleo, cuyos 120 trabajadores deberán estar contratados en abril, según expuso el concejal.

Un monte olvidado

Tendrán mucha tarea por delante en los doce meses de trabajo. Con 636,8 metros sobre el nivel del mar en Alicante en el pico Paisano, como se estudiaba antes, el Naranco es un monte protegido pese al fracaso del plan especial del Parque Periurbano. Protegido y protector, que libra a Oviedo de lo más crudo de los vientos del norte. De hecho, los de mayor intensidad en la ciudad son los del cuadrante meridional, como los de estos días, aunque los más frecuentes, como en toda Asturias, son los septentrionales, frenados aquí por las alturas de la sierra.

Es también un mantra. Cada campaña electoral, cada programa que presenta un partido incluye desde hace décadas el compromiso de preservar sus valores naturales y potenciar su uso como espacio de ocio y disfrute para la ciudad y toda el área central de la región.

La aprobación del plan especial supraterritorial del Parque Periurbano del Naranco, en 2006, marcó un hito. La administración regional agrupó en un solo documento de ordenación los suelos protegidos de cuatro concejos en la sierra. Un total de 5.537 hectáreas, la mayor parte de Oviedo (76,3%), pero también de Las Regueras (13,1%), Llanera (9,2%) y Siero (1,4%).

Con todos sus matices y las voces críticas, el plan preservaba todos los suelos que ya estaban protegidos por los citados municipios de tentaciones urbanísticas -como la que le dio al Ayuntamiento de Oviedo en 1995, para sacar la ladera de Tresllames de los suelos de especial protección- justo cuando la burbuja inmobiliaria se hinchaba hasta su estallido final. Las voces críticas, por ejemplo, señalaban que el documento perpetuaba las canteras, para las que reservaba 255 hectáreas como zona de «industrias extractivas», uno de cada 20 metros cuadrados.

Pero el plan incluía inversiones, setenta actuaciones por 31 millones de euros. Muchas quedaron aplazadas por la crisis y, directamente canceladas, cuando el Tribunal Supremo tumbó el documento por errores en la tramitación ambiental en 2014. Pero aún hubo tiempo para abrir 22 kilómetros de sendas, adecuar dos aparcamientos en la cima y comprar, por 3,6 millones de euros, la finca de El Pevidal a los Masaveu. Estas 79 hectáreas, ahora abandonadas, que el Ayuntamiento quiere que le ceda el Principado serán uno de los objetivos para el plan de empleo.