Acepta seis años de cárcel por agredir sexualmente a una mujer en un baño público

Ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, un hombre, de 49 años, admitió ayer que agredió sexualmente a una mujer en el baño de un centro comercial, intentó abusar de otras dos (a una de ellas en los servicios de la estación de autobuses y a la otra, tras abordarla en plena calle) y que fotografió «los glúteos» a una menor que caminaba por el Campo San Francisco en pantalón corto. Por todo ello, afrontará una condena de seis años de prisión, libertad vigilada y el pago de varias multas. El acusado se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el 13 de agosto de 2021.

Según el escrito del Ministerio Fiscal, el 9 de julio del pasado año, el procesado se encontraba en el centro comercial Los Prados de Oviedo cuando vio que su víctima se dirigía al baño de mujeres. La siguió. Ella entró en el interior de uno de los aseos y cerró la puerta con el pasador, cuando tenía «el pantalón bajado, el procesado asomó la cabeza por debajo de la puerta». Ante el susto y la reacción de la chica de subirse el pantalón, él se disculpó: «Me equivoqué». Pero, continúa la acusación, volvió minutos después e introdujo por el mismo hueco la cabeza y su brazo izquierdo. «No, no, por favor, márchate», «te doy mi teléfono, mi cartera, márchate», le imploró su víctima. «Déjame tocarte, solo quiero tocarte. Si no, tendré que saltar y entrar en el baño», amenazó a la mujer, quien en un estado de temor y nerviosismo se acercó a la puerta: «El procesado le introdujo dos dedos en la vagina». La mujer se separó y el hombre, de forma alterada, comenzó a gritar: «Sois todas unas guarras, hijas de puta», agarrándola a continuación del pie derecho. La chica se cayó al suelo y se golpeó en la cabeza contra el inodoro. «Si me dejas darte una cachetada, me voy», le insistió. Y le dio en la nalga. En ese momento, entró en los baños la vigilante de seguridad del centro comercial, alertada por una clienta del mismo. El procesado salió entonces apresuradamente del baño. Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió cervicalgia y traumatismo craneal y estrés postraumático en vías de resolución.

Un día después, también a plena luz del día, el acusado siguió a otra mujer en los baños de la estación de autobuses. Intentó, sin éxito, abrir la puerta del aseo en el que se encontraba e introdujo su cabeza por debajo de la misma. Su víctima comenzó a gritar y alertó a la limpiadora y a otra señora que en ese momento entraba en los baños. Huyó.

Ya, el 28 de julio, según recoge el escrito de acusación y aceptó ayer, siguió a otra mujer en la calle Arzobispo Guisasola. Al llegar a la calle Ramón y Cajal la adelantó y le dijo: «Cuando te la meta ya verás cómo te tiemblan las piernas». Presa de gran nerviosismo, se refugió en una zapatería y llamó a la Policía.

Finalmente, el 31 de julio de 2021, el procesado comenzó a seguir a una niña de 14 años, que estaba con un grupo de amigos, en el Campo. A escasos centímetros de ella, «comenzó fotografiarle sus glúteos, dado que era la única del grupo que vestía pantalón corto». La fotografía se encontró en el móvil que llevaba el procesado, informó el Ministerio Fiscal.

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