El Ayuntamiento de Oviedo reabre hoy al tráfico el segundo tramo de la calle Rosal tras las quejas vecinales
La peatonalización provisional de esta vía ha provocado «quizás más inconvenientes que beneficios», admite el concejal de Seguridad
ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Sábado, 31 de octubre 2020, 00:26
Marcha atrás. El segundo tramo de la calle Rosal dejará de ser peatonal desde hoy. Los vehículos volverán a circular por la zona comprendida entre Martínez Marina, Cabo Noval y Santa Susana tras cuatro meses cortada al tráfico. La razón: las quejas vecinales. Los residentes estaban obligados a dar una gran vuelta por Marqués de Santa Cruz, Uría y Toreno para salir o acceder al barrio.
Fue el pasado mes de mayo cuando el equipo de gobierno presentó el plan de peatonalización provisional de ocho calles del centro y de El Antiguo para dar más espacio al peatón, fomentar el distanciamiento social y reactivar la actividad económica ante la pandemia de coronavirus. La lista de vías eran: Mendizábal, Ramón y Cajal, Pozos, Fruela, Rosal, Quintana, Martínez Marina y Cabo Noval, pero finalmente el Ayuntamiento descartaron las dos últimas calles, así como desdoblar el sentido del tráfico de la calle Santa Susana, que mantendrá su única dirección. Decisión tomada, según el alcalde, Alfredo Canteli, para no entorpecer a los residentes, ni a los usuarios del transporte público, ya que la calle Martínez Marina es paso obligado de varias líneas de autobús.
Los problemas, sin embargo, han surgido en la parte alta de la calle Rosal. Los vecinos de la zona, según el presidente de la asociación de Afectados por la Movida y residente en Rosal, Miguel Clemente, solo podían salir de sus casas a través de Cabo Noval generando así «más tráfico» en el centro de la ciudad. Como consecuencia, «más polución». Entre las soluciones que propusieron figuraban reabrir la zona cortada a finales de junio a los coches; también dejar que subiesen por Marqués de Santa Cruz desde el cruce con Cabo Noval; o que les diesen tarjetas de residentes.
Firmas
«Llegamos a reunir firmas de todos los presidentes vecinales de las calles Martínez Marina y Quintana para quejarnos», recordó. Esta misma semana mantuvo una reunión con el alcalde, Alfredo Canteli, y el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado. Durante la misma, le trasladaron la decisión de reabrir el tráfico a la zona, medida que fue recibida con gratitud por los residentes: «Al principio el Ayuntamiento no era receptivo. Hubo un tiempo muerto desde que lo solicitamos, pero rectificar es de sabios. Ha imperado el sentido común y estamos todos contentos porque la peatonalización nos causó trastorno».
Prado reconoció ayer que esta decisión «afectó demasiado» a los residentes. «Quizás en este tramo generó más inconvenientes que beneficios, pero siempre dijimos que era algo provisional. Hemos visto cómo funcionaba y la opinión de los vecinos ha influido a la hora del cambio».
El plan de peatonalizaciones se mantiene en las calles Fruela, Mendizábal, Ramón y Cajal, Pozos, y en el primer tramo de Rosal al estar «funcionando bien» y puede que esta medida «llegue a ser definitiva» en estas vías.