Carlos Manuel Rodríguez, medalla de oro de la Cámara de Oviedo a título póstumo

Rodríguez fue una persona con carácter «visionario» y «mente brillante» que apostaba por la «innovación» para hacerse hueco en un mercado cada día más global, «sin olvidar sus raíces: su Tineo, su Asturias y las tradiciones», rememoraron. Fue, en ese sentido, la tercera generación de una empresa familiar que iniciaron en los años treinta sus abuelos con una tienda de coloniales en Tineo, de la que en los años cincuenta su padre, Juan Carlos Rodríguez Menéndez, decide independizar la actividad de tueste de café.

Desde entonces, triunfos. El hijo pronto recogió el testigo del padre, convirtiéndose en consejero delegado de la organización y llevándola un paso por delante de todas las demás. Así, la Cámara, de la que fue vocal durante dieciséis años y presidente de la primera Comisión de la Empresa Familiar de la Corporación, puso en valor «una vida entera dedicada a preservar y hacer crecer el legado familiar». No en vano, llegó a crear una compañía con más de veinte marcas que conforman hoy Cafento, manteniendo la sede central administrativa y productiva en Tineo, con más de 500 empleados a nivel nacional, y con un intenso proceso internacionalizador que empezó en 2012 y llegó a su punto álgido en 2019 con la creación de Java Republic, en Dublín. Carlos Manuel Rodríguez, una «persona de valores» y un «incansable trabajador», concluyeron.