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«El celo» de los Bomberos, que «asumieron riesgos» para evitar una tragedia mayor

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Martes, 6 de noviembre 2018, 03:19

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Al Consejo Consultivo nadie le preguntaba por la actuación de individual de los bomberos aquel 7 de abril, y sí sobre su funcionamiento como servicio público. Aún así el dictamen deja valoraciones positivas muy llamativas y más teniendo en cuenta las dudas suscitadas por la intervención o las extrañas sentencias que consideran que la muerte de Eloy Palacio se debió a su «clara imprudencia temeraria». El órgano consultivo elogia el «celo» de los funcionarios, que «asumieron riesgos» y lograron minimizar los daños y evitar que el fuego pasase a otros edificios.

En ello sigue el informe de la jefa de Bomberos que sostiene que el edificio –casi los dos, porque compartían estructura y elementos comunes– estaban perdidos desde la una de la tarde. El informe de la jefa del servicio señala que «hay que tener en cuenta que un incendio, si no se controla y extingue en su fase inicial, en los primeros veinte minutos de haberse declarado, se complica muchísimo y es fácil que se vuelva incontrolable» y que «cuando los Bomberos llegaron al incendio (de Uría 58), éste llevaba desarrollándose entre hora y media y dos horas», produciéndose una «pirólisis» de la estructura de madera.

De hecho, no era la primera vez que ambos edificios sufrían un incendio importante: en 1992 se originó un incendio en la tercera planta de Uría 58, produciendo daños estructurales que obligaron al refuerzo metálico de dos pilares y una viga; incendio que también en aquella ocasión se extendió a la cubierta del edificio deMelquiades Álvarez 25.

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