El Consistorio reducirá la fase de planeamiento del plan de La Vega «en un tiempo importante»
PP, PSOE e IU dan el visto bueno en comisión a la versión definitiva del convenio, que se aprobará el martes, pero Vox volvió a abstenerse
Cuatro años es el tiempo que el convenio para la reordenación urbanística y la puesta en valor de la fábrica de armas de La Vega ... establece para «promover, redactar, tramitar todos los instrumentos de planeamiento urbanístico que den soporte jurídico a la reordenación del ámbito». Un periodo «máximo» que el Ayuntamiento quiere reducir «en un tiempo importante» para que se «empiece a actuar ya» en los terrenos. Así lo explicó ayer el segundo teniente de alcalde, Nacho Cuesta, a la salida de la comisión de Urbanismo celebrada durante una hora y media donde PP, PSOE e IU-Convocatoria por Oviedo dieron el visto bueno al documento definitivo. Vox, por su parte, volvió a optar por la abstención.
El siguiente paso tras responder durante los últimos días a las 810 alegaciones presentadas se dará el martes. Los cuatro grupos municipales volverán a votar y no se esperan sorpresas. En principio, todos mantendrán su sentido del voto y cuando las agendas lo permitan, tanto la ministra de Defensa, Margarita Robles, como el presidente regional, Adrián Barbón, y el alcalde, Alfredo Canteli, se reunirán cuando se cumplen dos años de la firma del protocolo para rubricar el convenio que dará paso a la tramitación administrativa. El objetivo, según Cuesta, es agilizar al máximo los plazos para «derribar los muros que separan» La Vega del resto y «ponerla a disposición y disfrute de los ciudadanos». «Hay que integrar –prosiguió– la fábrica de armas dentro de la ciudad; que los ovetenses lo puedan sentir como algo suyo».
Consciente es el titular de Proyectos Estratégicos de que en los últimos años se han celebrado con éxito diversas actividades culturales como la Semana de los Premios Princesa o festivales organizados por la Fundación Municipal de Cultura que este año, en su mayoría, han cambiado de lugar, pero una vez finalizados, las puertas se volvieron a cerrar: «No deja de ser un espacio segregado» al que quieren reconvertir en un polo empresarial, verde, cultural y de viviendas.
No obstante, en la versión final del documento hay cambios sustanciales como la rebaja de las expectativas para la construcción del vial. En el documento de diciembre de 2023 –cuando se aprobó de forma inicial– se recogió de forma contundente la planificación de «un nuevo trazado por el interior de los terrenos»; ahora, dice que se «estudiará la posibilidad de un nuevo trazado».
Otra de las modificaciones es sobre la edificabilidad: «En el supuesto de que, en el marco de la tramitación de los ulteriores instrumentos de planeamiento y en base a los estudios arqueológicos, patrimoniales, de movilidad y medioambientales, resulte desaconsejable la generación de la totalidad del suelo edificable previsto dentro del ámbito de actuación, se podrá proponer otras parcelas finalistas en las que sea posible materializar la edificabilidad residencial prevista» de un millar de viviendas con precios «asequibles» y destinadas a jóvenes.
También hay cambios respecto a los derribos para la generación de suelo residencial, espacios libres y viales porque ya no se dan por hecho, se habla de «en principio» y se pone fecha de la descontaminación de los terrenos. Cambios que para Cuesta son «menores» porque «no afectan al propio enfoque de la operación ni a los derechos ni las obligaciones que asumen las partes ni tampoco a las contraprestaciones establecidas».
Opinión no compartida por los socialistas. En palabras de su portavoz, Carlos Fernández Llaneza, los cambios sí son bastante sustanciales porque «hay una prevalencia del futuro especial sobre el convenio que negocian las tres administraciones». «Todos los ciudadanos tendremos la oportunidad de definir el futuro de La Vega a lo largo del plan urbanístico», abundó para a renglón seguido referirse al vial, explicando que hablar sobre su recorrido «es poner el carro delante de los bueyes».
«No son sustanciales»
La portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, justificó su abstención alegando que los cambios incorporados en el convenio «no son sustanciales» porque lo que se ha hecho «es un lavado jurídico para evitar posibles demandas en el futuro». «Todos los condicionantes que se han introducido van a alargar aún más la puesta a disposición de los terrenos de La Vega» y teme que con estos tiempos ocurra lo que pasó con la nave de Cañones, que ya no albergará la bioincubadora financiada con los fondos de la Fundación Incyde. «Previsiblemente, mantendremos nuestro voto en el Pleno porque no habrá ninguna modificación y lo que necesitamos es que la fábrica de armas sea un motor de desarrollo económico para la ciudad».
Como un «convenio más preciso» lo calificó el líder de IU-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares, porque «aclara algunas cuestiones importantes desde el punto de vista de la protección del patrimonio y sobre el futuro de los usos», y se abre «la perspectiva de combinar la protección del patrimonio con la conversión de la zona en una nueva industrialización».
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