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Días de flores y comidas. Los restaurantes y las floristerías de la ciudad se llenaron con la celebración del Día de la Madre, que pese a la lluvia fue como siempre un éxito, en el primer domingo de mayo.
Llamativas eran las colas que se crearon durante toda la mañana en el mercado de El Fontán para las personas que iban a comprar flores. Como Pelayo Suárez, que camino de casa de su madre para comer se paró a comprar flores, o María Aragunde y Junior Siqueira, que se llevaron una rosa para comer con la madre de ella en un restaurante de la ciudad.
En los restaurantes, desde las dos de la tarde, las mesas empezaron a llenarse de familias completas; es decir, madre, padre, hijos nietos y hasta alguna tía. «Es el día en que paga la madre», decía en broma José Manuel Álvarez, marido de Belarmina Fernández Miar, encantado y rodeada de su familia. María Josefa Castro era otra madre con esa sonrisa de felicidad, con su hijo Fernando, su nieto Francisco y Arianna, una amiga de su hijo. También invitaba ella. Y a unos metros otra familia numerosa encabezada por Antonia López López, rodeada de hijos, nietos y hasta de su hermana.
Durante dos horas madres y sus familias departían con felicidad en un jornada lluviosa y muy florida.
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