«Hay un exceso de regulación que está afectando a comercios y hostelería»

«La alternativa al área metropolitana ¿cuál es?, ¿seguir otros 15 o 25 años igual». El presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo y de otros 68 municipios de Asturias, Carlos Paniceres, defendió ayer en 'La Lupa' de Canal 10, la necesidad de superar localismos para impulsar la coordinación de políticas entre los municipios de la zona central de Asturias. Es, según explicó, el único camino «en un mundo que es de ciudades. Antes los jóvenes de Luarca o de Cangas se iban a Oviedo o a Gijón, ahora se van a Madrid o los aspira Barcelona». Paniceres recordó que «el futuro pasa por ahí», que la Unión Europea impulsará líneas de financiación para aglomeraciones de más de medio millón de habitantes y que, en el fondo, se trata de mejorar servicios, «de sumar no de competir», de cosas «como mejorar el transporte público».

El empresario se mostró convencido de que Oviedo entrará en el área metropolitana y rechazó la postura del alcalde de Oviedo para que la entidad nazca de un acuerdo entre los principales concejos: «Si era tan fácil, ¿por qué no se pusieron de acuerdo ya?». Aceptó, eso sí, que puede haber cuestiones que ajustar en el modelo de gobernanza, como defiende Alfredo Canteli, pero apeló a la predisposición que ve en este para que la región no deje pasar la oportunidad: «Esto va de sumar».

También defendió la misma línea de entendimientos para dar un futuro a La Vega, «son terrenos que ya tienen un uso público», para los que lo primero «es que se pongan de acuerdo las dos administraciones asturianas y, después, vayan juntas a ponerse de acuerdo con la tercera». Paniceres apostó por dejar de lado el debate sobre la propiedad y puso como ejemplo la francesa Saint Étienne, donde «hace ocho años que se pusieron de acuerdo» las administraciones, «mientras que nosotros llevamos ocho años discutiendo».

En cuanto a los usos, Paniceres ve «un potencial brutal» para que la antigua factoría armamentística «sirva para el asentamiento de empresas tecnológicas» en sectores como el biosanitario, pero también aprovechando la inmediatez de instituciones como la Finba, del futuro IPLA o el Instituto del Carbón. En marzo, anunció, una delegación de la ciudad francesa visitará Oviedo para compartir su experiencia y tratar de mover el debate público hacia la necesidad de poner en uso unos terrenos que «tienen vocación metropolitana». Saint Etienne tiene, explicó, una bienal de diseño que lleva a la ciudad 250.000 personas cada dos años. «Llevamos ochos años discutiendo, pero la propiedad es pública y lo que hay que hacer es ponerla al servicio público».

En ese mismo camino de cooperación, situó el futuro de los terrenos de El Cristo y de Llamaquique, «ahora que parece que hay un consenso para crear un campus arriba y que es razonable concentrar la administración de Justicia en Llamaquique».

Para el presidente de la Cámara, Oviedo «tiene retos muy importantes que no va a poder abordar en solitario, sin la colaboración del gobierno de Asturias».

Pese a la declarada vocación metropolitana y a evitar la competencia entre concejos, no dudó en señalar a la autorización, «al otro lado del río Nora, de la mayor zona comercial de Asturias» como una de las causas del declive del sector en la ciudad. «La apertura de Parque Principado causó un impacto muy negativo», expuso. Lógicamente, la crisis comercial de la ciudad también se debe a la explosión del comercio electrónico, contra la que la institución que preside quiere poner en marcha este año con fondos europeos una acción en digitalización y central de compras para ayudar al sector. A internet y también «a un exceso de regulación o de celo en su interpretación. En las ciudades tienen que pasar cosas, no puede ser que a un comerciante que pone un Papá Noel delante de su tienda le caiga una multa de 1.500 euros». Un exceso de regulación que afecta también a la hostelería: «Estuve en Berlín hace años y estaba llena de terrazas».

Para Carlos Paniceres, el futuro de Asturias pasa por arriesgar, «por ser disruptivos», y por la cooperación entre administraciones y entre lo público y lo privado, «como vamos a hacer con la oficina de captación de inversiones». Cooperación también entre las tres cámaras de comercio: «Cuando llegué (a la presidencia) teníamos muchos estudios sobre la posible fusión y pregunté '¿pero cuántas cosas hacemos juntos?' Y resulta que casi ninguna». Preguntado por su salida de la vicepresidencia de Fade y su entendimiento con la patronal, Paniceres sostuvo que las relaciones institucionales entre ambas entidades «tienen que estar por encima de los egos personales».

Eso sí, Asturias tiene que cambiar muchas cosas, a su juicio, reformar el salario social, la gestión del servicio de Empleo, abrir la Universidad a la empresa, reducir trámites administrativos y apostar por la innovación. «Las resistencias al cambio en Asturias, a veces, son terribles».