«El HUCA está saturado de coches y el aparcamiento es muy caro»

Circular por las inmediaciones del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es un «caos» para los usuarios, especialmente los días laborales por la mañana cuando tienen lugar las consultas. Desde su inauguración en 2014, las quejas en cuanto a la ordenación del tráfico no han cesado, sobre todo, en la zona de Consultas Externas, ante la que se concentran taxis, vehículos particulares que acceden al aparcamiento situado en ese lugar y autobuses, amén del paso de cebra que conecta la salida del parking con la entrada a consultas.

El Principado está ahora estudiando cómo reordenar la situación, tiene claro, según incidió anteayer el consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, que la solución final dará preferencia al acceso de vehículos de transporte colectivo frente a los privados. No en vano, el HUCA en en sí una pequeña ciudad: cuenta con una afluencia diaria de 35.000 personas.

«El tráfico en esta zona es bastante caótico», lamenta Javier Enríquez, que estaciona su taxi en la parada cercana a la entrada a Consultas Externas. Los atascos, indica, son diarios. Celebra la iniciativa de Gispasa de «poner una parada de taxis en Urgencias», pero advierte que la que más afluencia tiene es la situada ante la puerta de consultas. «Los usuarios no van a acudir a Urgencias para coger un taxi allí saliendo de aquí», apunta.

El día a día en la zona de Consultas Externas «es un continuo sonido de pitidos» procedentes de los coches particulares que forman colas a la entrada del aparcamiento. Así lo afirman Rodrigo Álvarez y José Fernández, ambos taxistas. «Se acumula todo: los taxis, los coches y las colas que forman, la gente que cruza por el paso de cebra, y los autobuses que tienen aquí la parada», explican.

Para Álvarez, una solución pasaría porque desde el aparcamiento se pudiera acceder directamente al HUCA a través de un ascensor. «Como en cualquier edificio con garaje», sin más.

Su colega, José Fernández cree que el principal problema son los autobuses. «A veces se acumulan tres en la parada, y no entran». De esta forma, el carril derecho lo ocupan los autobuses, y el izquierdo la cola de los turismos que buscan plaza y «que, en ocasiones, llega hasta la rotonda cercana a La Cadellada», asegura.

En el área de Hospitalización existe una zona donde los vehículos pueden estacionar un determinado tiempo de manera gratuita, lo que llegó a provocar, por falta de plazas, que muchos se subieran a diario a la acera. La Administración regional acaba de colocar bolardos para impedirlo.

Si los taxistas quieren más paradas, los particulares que baje el precio del aparcamiento: únicamente existen los parkings públicos de pago propios del centro y la zona azul. «Está fatal para aparcar. El precio del aparcamiento es muy caro», critica Dionisio García. A su juicio, los asturianos afrontan ya suficientes impuestos «como para tener que pagar también el parking» del centro hospitalario. García duda sobre si la cuestión es «que hay muchos coches o pocos estacionamientos», y reconoce que el problema del tráfico se traslada a toda la ciudad. «Está muy saturado de coches, habría que restringir, como en el centro», apunta.

Noelia Jackson, asturiana residente en Madrid, busca a su padre, en silla de ruedas, a la salida en esa zona de estacionamiento determinado. «Es alucinante, parece que hay mucho parking pero no», destaca recordando que días atrás invirtió 20 minutos en estacionar su coche en el garaje: «Debió de haber un fallo técnico porque se abrió la barrera y no había ni un sitio libre», apunta. Para ella aparcar en ese lugar es la única manera de poder dejar y recoger a su padre.

José Antonio Moreno también esperaba a un familiar en las puertas del hospital dentro de su vehículo. «Creo que tendría que ser más barato. Al final es un servicio público», apunta. «Hay gente que, por desgracia, tiene que estar aquí, y encima pagando».