A juicio un matrimonio por intentar casar a la fuerza a su hija menor de edad

Bajo una «presión constante de amenazas y coacciones», como así describió la Fiscalía del Principado de Asturias, vivía una menor, de 17 años, en el domicilio familiar. Su madre y su padrastro sometían a la joven a continuas amenazas para obligarla a contraer matrimonio, contra su voluntad, con otro menor de edad de nacionalidad rumana como ellos.

Por estos hechos, el matrimonio será juzgado hoy a partir de las once y media de la mañana en el Juzgado de lo Penal número 1. La Fiscalía del Principado de Asturias solicita el pago de una multa de 3.240 euros, a cada uno, y la prohibición de acercarse a la joven a menos de quinientos metros durante 5 cinco años así como mantener cualquier tipo de comunicación con ella.

Los hechos se remontan a cuando la víctima contaba con 17 años. Su madre biológica y su padrastro, que convivía con la menor desde que esta tenía 9 años y «siempre ha ejercido de padre», según Fiscalía, comenzaron en septiembre del año pasado a insistir a su hija para que formalizara un «matrimonio de conveniencia» con un menor de nacionalidad rumana.

La amenazaron con que si no lo hacía «la enviarían para Rumanía y la encerrarían en casa sin dejarla salir, ni trabajar ni estudiar», recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.

Ante estas amenazas, la niña comenzó a sufrir el estrés de tener que convivir con unos padres que la sometían a «una presión constante de amenazas y coacciones» para que accediera a sus órdenes.

El detonante para destapar este caso se dio el 3 de octubre de 2018. El padrastro amenazó a la menor con que «o se casaba al día siguiente o le compraría un billete y la mandaría a Rumanía». Su madre, que estaba presente, tras insistir y amenazar a su hija, le quitó el móvil de manera violenta, pero sin agredirla, y lo tiró al suelo. La víctima logró escapar de la vivienda. Se fue a casa de una amiga y sin llevarse ninguna pertenencia. Dos días después, acudió a Comisaría donde denunció los hechos. Desde entonces, está bajo la custodia de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Principado de Asturias.

Tanto la madre como el padrastro de la joven se enfrentan a un delito de coacciones para contraer matrimonio. Hoy se sentarán en el banquillo de los acusados.