Llenazo en el Calatrava para sentir de cerca a los Reyes Magos
Por segundo día, Melchor, Gaspar y Baltasar atendieron con mucho mimo a los más pequeños de las casas
PILAR GUTIÉRREZ
OVIEDO.
Sábado, 6 de enero 2024, 00:15
Si durante el primer día de recepción de los Reyes Magos en el Calatrava apenas entraba nadie, ayer llegó a sus topes. Los que ayer por la mañana hicieron cola en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, querían ver y sentir muy de cerca a Melchor, Gaspar y Baltasar, hablar con ellos, directamente. «El nerviosismo infantil y la excitación por la inminente noche de faena de los Reyes volvía eufóricos a los niños de Oviedo, aferrados a su carta y aún repasando mentalmente lo que pedían para repetírselo.
O por lo menos así lo hacían Sofía Fernández y Covadonga García, amigas del colegio que, a sus siete años, lo tenían muy claro. «Yo he pedido muchas cosas, pero le voy a decir a los Reyes Magos que me traigan lo que ellos quieran», declaró la pequeña Sofía. El otro gran tema era el de la cercana cabalgata y ambas dijeron que «sí o sí» irían a verla, lloviendo y con paraguas.
Para algunos padres también era el tema de conversación en la cola, pensando en segundos planes que no impidieran la diversión de ir a ver la cabalgata a pesar de las inclemencias del tiempo. En el caso de las hermanas Paula y Elena Sanz, de 8 y 3 años, el alivio era saber que podían seguirla desde su casa. Aun eufóricas tras su encuentro con Gaspar, aferraban los caramelos con ilusión. Admitieron al mago que habían sido buenas «del todo», aunque Paula confesó que «a veces nos peleamos un poco».
Precisamente, con Gaspar también hablaron los hermanos Emma y Alex Arias, de 6 y 3 años respectivamente, contentos de poder hablar con «su rey favorito». «Nos ha preguntado si nos hemos portado bien este año y hemos dicho que sí, incluso en el cole», aseguró la mayor. Para ellos, la cabalgata también es esencial y respondieron con un fuerte 'sí' a la pregunta de si acudirían como cada año, «si llueve también».
Por su parte, los hermanos Víctor y Diego Cueva, de 13 y 10 años, estaban felices de haber hablado con Melchor y Baltasar sobre fútbol y sobre lo que piden este año. Avanzaron que verían la cabalgata desde su «sitio de siempre después de merendar», junto a la plaza Porlier, donde saludarán con ilusión a Sus Majestades de Oriente. Después, pronto a dormir.