«Tengo un mayor sentido de pertenencia a la Iglesia»

Entre los homenajeados que celebraban sus cincuenta años de servicio, la voz de Manuel Ángel Acebal Montes resonó con una mezcla de sorpresa y profunda reflexión. «En 1975 cambiaron mucho las cosas. Desde entonces, el mundo corre veloz y tenemos la sensación de que se nos ha pasado el arroz, nos damos cuenta de que somos más de otra generación», confesó. Recordó con claridad sus bodas de plata, cuando en una misa íntima pidió que sus siguientes veinticinco años fueran como el vino de las bodas de Caná: mejores que los primeros. «Y en el plano sacerdotal han sido mejores», afirmó con convicción. «Tengo un mayor sentido de pertenencia a la Iglesia».

Acebal también miró al futuro . «Vivimos un invierno vocacional, pero los que se han ordenado llegarán. Si nosotros llegamos, ellos más», aseguró.

Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, en su homilía destacó el movimiento constante de la vida eclesiástica. «El domingo hablé en la Catedral ante aquellos diez jóvenes que fueron ordenados. Mucho me presta ver aquí a los neopresbíteros y neodiáconos», dijo, refiriéndose a «la nueva tanda de hermanos nuestros».

Otro de los sacerdotes que celebraba sus bodas de oro, José Aurelio Llorens, aportó una perspectiva diferente. Para él, una de las transformaciones más significativas ha sido la figura del Papa. «Las figuras de los papas son cada vez más pastorales». Llorens planeaba celebrar el hito en la discreción: «Lo celebraré en la intimidad, al igual que hice con la de plata, que solo lo sabían tres personas», aseguró.