Oviedo inicia la Semana Santa por todo lo alto «con los hoteles prácticamente llenos»

Unos instantes que el regidor aprovechó para hacer un repaso a vuelapluma de los asuntos de actualidad y para recordar que hoy se reunirá con el presidente del Principado, Adrián Barbón. Al socialista le pedirá respuestas o explicaciones en cada caso sobre asuntos como la Ronda Norte, la pasarela intermodal, la reforma de Luis Oliver o el Centro de Educación Especial de Latores. «Espero que el Principado reaccione de una vez por todas en muchas cosas que están atrasadas», aseguró el primer edil, aunque sin ánimo de abrir una brecha antes del encuentro. «Yo espero que nos sentemos y charlamos bien; creo que no habrá ningún problema».

Palma en mano –antes de bendecirla–, el alcalde habló sobre el asunto estrella del mandato: La Vega. Envió un mensaje de tranquilidad al respecto de la tramitación legal y los pasos a seguir en cada momento por el Ayuntamiento. «Estamos con las alegaciones. Hay que contestarlas una por una al mayor ritmo que se pueda desde la Concejalía de Infraestructuras, pero siempre sin paralizar al Ayuntamiento». Y añadió: «Creo que estamos en la recta final y espero que pronto tengamos resultados. El camino es contestar las alegaciones, celebrar el Pleno extraordinario de aprobación y firmar el convenio».

Para lo que no tuvo una respuesta clara el líder popular fue el lugar en el que se instalará la bioincubadora de alta tecnología para la que Oviedo ha captado fondos de Bruselas y cuyo proyecto está valorado en 2 millones de euros. No estará en La Vega, al menos de forma inicial, ya que su puesta en marcha será mucho más rápida que la reordenación de los terrenos, por lo que el Consistorio y el Principado barajan alojarla en el Vivarium.

Unas palabras que llegaron minutos antes de que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, bendijera las palmas y los ramos en la iglesia de San Tirso y en sus aledaños, acompañado del vicario general, Jorge Fernández Sangrador, y del deán de la Catedral, Benito Gallego.

Muchas personas se agolparon al paso del arzobispo, de rojo y ataviado con la mitra y el báculo episcopal, con el ramo o la palma en alto para recibir la bendición, tanto dentro como fuera del templo. Después, dio comienzo la misa de Ramos en la Catedral, abarrotada de fieles y presidida también por el arzobispo.

Sanz Montes recordó la entrada de Jesús en Jerusalén a lomos de un borrico y aclamado por la muchedumbre, y afirmó que la Semana Santa «son días llenos de unción, donde podremos expresar y ahondar los cristianos en el centro de nuestra fe y de donde parte el motivo de nuestra esperanza más sentida; días de recogimiento con un silencio respetuoso para acoger lo que el Señor nos diga, para recordar quizás viejas palabras que de no escucharlas han terminado siendo mudas e incapaces de conmovernos como cuando las escuchamos por vez primera. Porque en nuestra vida Dios nos ha dicho cosas de tantas maneras: al hilo de nuestras lágrimas haciendo suyo nuestro llanto, o al hilo de nuestras sonrisas brindando con ellas en su fiesta bendita».

Antes de las celebraciones en la Catedral, salió a la calle la primera procesión de la Semana Santa ovetense, la conocida como La Borriquilla, que comenzó su desfile a las once de la mañana desde la iglesia de San Pedro de los Arcos. Rodeada de fieles y con sus cofrades vestidos de azul, la imagen de Jesús en el borrico a su entrada en Jerusalén procesionó por las calle aledañas a la iglesia en la que se recogió cerca de la una de la tarde. Primero se realizó la bendición de los ramos en la plaza de la iglesia; luego, tras esto y la imposición de la palma a la imagen, se inició la procesión. El hermano mayor de la Cofradía, Luis Ángel García, explicó que «desde nuestros inicios salíamos procesionando con una banda de cornetas que se llamaba La Piedad, que tristemente no está disponible, con lo cual ahora salimos acompañados de la Banda Unión Musical del Principado, cuyo director es Pacheco», señaló.