Vecinos de San Lázaro recogen 5.000 firmas contra el derribo de La Malatería

La Plataforma La Malatería no se tira continúa con sus acciones reivindicativas para evitar el derribo del edificio histórico ubicado en San Lázaro. La última de ellas, una recogida de firmas iniciada por el colectivo a principios de mayo y que se ha convertido en un éxito. Si en apenas una semana habían llegado a las casi dos mil firmas, ya las han duplicado. Hoy por la mañana varios de los miembros de la agrupación acudieron al edificio de Presidencia del Principado de Asturias para entregar casi cinco mil firmas. Y lanzaron una advertencia: «Seguimos recogiendo».

En torno a veinte personas quisieron exponer la situación para tratar de conseguir que «el Gobierno regional nos cuente los planes que tiene para el edificio histórico», que da nombre al propio barrio, en palabras de uno de los portavoces, Dionisio Álvarez. Junto a él, Ezequiel Echaniz, otro de los promotores de la plataforma, quien lucha por ese «edificio singular», que lleva trece años cerrado y abandonado, desde que la antigua residencia de mayores, perteneciente al ERA, cesara su actividad.

Hace apenas una semana el Principado anunció que retiraba el proyecto de demolición del edificio –a pesar de sus primeras intenciones–, pero entre los vecinos «no nos lo creemos». «Nos enteramos a través de la prensa el día antes de las elecciones autonómicas», justificó Álvarez. Por ello, pidió que «nos reciban y nos expliquen qué quieren hacer». Ya lo han intentado en anteriores ocasiones pero «no nos contestaron». Sí lo hizo el Ayuntamiento, pero advirtió que la competencia pertenece al Gobierno regional.

Desde la plataforma buscan la confirmación oficial más allá del anuncio electoral. «No nos podemos enterar por la prensa, queremos garantías», alegaron. Para ellos lo primero que debe hacer el Principado es «conservar el edificio como está». Tras el leitmotiv de la plataforma, Dionisio Álvarez indicó que «venía de prestar servicios sociales, como era la residencia de ancianos del ERA de San Lázaro». Así, añadió, «reivindicamos que vuelva a prestar ese servicio social». Además, la amplia superficie del edificio histórico lleva a los vecinos a considerar que pueda servir como centro social.

«La vecindad de ese entorno no tiene llaves ni dónde reunirnos, andamos juntándonos por cafeterías o donde podemos», criticaron desde la plataforma. Álvarez ve factible que «haya un espacio que pueda redundar en beneficio de la reunión para los propios vecinos». Y ese lugar podría ser el edificio que albergó La Malatería.

Aunque pertenece al Principado, también piden al Ayuntamiento que no se derribe porque, en palabras de Álvarez, «es la administración local que concede las licencias, la que tiene la última palabra». Ellos, advierten, no se van a rendir. «Seguiremos peleando hasta que nos den la capacidad de hablar, de poder explicarles las cosas reunidos», advirtieron los miembros de la plataforma vecinal La Malatería no se tira.

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