Parques y Jardines pide reducir el tráfico e impedir los anclajes en el Campo en San Mateo
Autoriza a Festejos la ocupación pero recuerda que el plan director recomienda «ser prudente» con el uso del parque para evitar daños
Con la llegada de las fiestas de San Mateo, el Campo San Francisco rompe su tranquilidad y entra en ebullición. Por la mañana, un continuo tránsito de camiones para repostar las veinticuatro casetas hosteleras, y los destinados a las actuaciones musicales, y a partir del mediodía, hasta la noche, un continuo trajín de gente al convertirse en uno de los ejes principales de las fiestas.
A petición de la Concejalía de Festejos, el servicio de Parques y Jardines ha emitido un informe autorizándole la ocupación de los paseos del Bombé, Herradura, Angelín, Rosaleda, el estanque Covadonga, y el kiosco del Bombé del 6 al 28 de septiembre, pero con varias advertencias. La primera, quizá la que resume todo, que la instalación de esas casetas «supone introducir un elemento distorsionador en el normal funcionamiento del Campo». Avala el uso, por tanto, pero con varias condiciones: entre ellas no utilizar elementos de anclaje que afecten al pavimento, no mover de su sitio ningún elemento del mobiliario y limitar el tránsito de vehículos. En concreto, los grandes camiones de las orquestas que en ocasiones anteriores han ocasionado daños en los bordillos y el pavimento. Limita el tránsito a vehículos de menos de 12.500 kilos de peso y doce metros de longitud.
Recuerda, además, que el propio Plan Director del Campo recomienda «ser prudente en cuanto a la intensidad de los usos y que de lo contrario el espacio se degrada y los daños son de difícil reparación». Y por tanto, concluye, expone la necesidad de redactar un plan para el abastecimiento de casetas con aforos de vehículos y horarios de entrada, y evitar superar los pesos y tamaños señalados de los vehículos.
«Atascos en el Bombé»
Entre los elementos que distorsionan, hay consecuencias con una solución más sencilla, como lo relacionado con la limpieza, con el aumento de la frecuencia, o la instalación de baños portátiles, pero en otras ocasiones esos perjuicios es «muy complicado de evitar», en relación a que hay que surtir de comida y bebida a diario las citadas casetas, lo que supone el continuo trasiego de proveedores al parque. Una situación, indica el área en el informe, que llegó «a causar auténticos atascos dentro del paseo del Bombé». La zona solo evacua tráfico a través del paseo de peatones situado en el cruce de Marqués de Santa Cruz con Santa Susana. Y además de incrementar la densidad de la circulación, y quizá más importante, «se genera en una zona muy frecuentada por niños de corta edad y personas muy mayores que crea situaciones peligrosas».
Aparte de dichas recomendaciones, Parques y Jardines señala la necesidad de respetar la circulación por paseos y caminos, no afectar a los elementos vegetales, respetar los niveles sonoros establecidos por la ordenanza de Medio Ambiente, y que los elementos necesarios para el funcionamiento de la actividad sean suministrados por compañías legalmente autorizadas.