Más de 2.000 peregrinos unen Covadonga con la Catedral de Oviedo
Una marcha internacional abarrota la 'Sancta Ovetensis' para caminar 90 kilómetros y postrarse a los pies de la Santina
La Catedral de Oviedo ofrecía ese aroma a llenazo como en los grandes días de celebración. Y la verdad es que tanto la nave central, como las laterales y el transepto tenían completas las sillas de peregrinos y muchos estaban de pie hasta en el pórtico central, ya que no se pudieron cerrar las puertas del templo. Todos ellos, peregrinos a Covadonga que escucharon la llamada de la Nuestra Señora de la Cristiandad, un grupo de fieles católicos laicos devotos de la celebración de la Santa Misa, para recibir la bendición en la 'Sancta Ovetensis' y luego tomar camino a pie hacia Covadonga para ofrecer sus oraciones a los pies de la Virgen. Más de 2.000 personas que realizarán -prevén llegar el lunes- el camino hasta la Santa Cueva en tres etapas, más o menos a 30 kilómetros diarios con un campamento de peregrinos al final de cada jornada de marcha.
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A la puerta de la Catedral despidió a los caminantes el arzobispo, Jesús Sanz Montes, después de haber presidido una oración y la bendición de los fieles a las ocho de la mañana. Peregrinos de España, Francia, Reino Unido, Portugal, Italia y diversos países de América. Muchos jóvenes y también numerosas familias componen el perfil sociológico de la peregrinación.
El lema de este año, pues esta es ya la quinta edición que se celebra, la primera con una romería a Covadonga, es 'Ave Crux, Spes Unica' (Salve Cruz, Única Esperanza), en alusión al Jubileo 2025.
«Son tres etapas, y cada día se celebrará, en el campamento, la Santa Misa Tradicional Solemne», explicó el capellán general de la peregrinación, el sacerdote Íñigo Serrano Sagaseta de Ilurdoz. Y añadió: «Todas las oraciones, sacrificios, misas y en general, la peregrinación, se ofrecen por la Iglesia y por España».
Una vez llegados a Covadonga, los peregrinos rezarán un Te Deum ante el Santísimo Sacramento expuesto y se consagrarán a la Virgen.
Una «experiencia grande de fe y amistad» que se repite por quinto año consecutivo en España -en Francia y Argentina tienen lugar experiencias similares, a Chartres y al Santuario de Nuestra Señora de Luján, respectivamente-, y de la que ya han nacido varios matrimonios y vocaciones al sacerdocio. Peregrinar y amar.
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