Las pistas del crimen del 'viejo Leo' en Oviedo: sangre en una bayeta tirada a la basura y en la puerta del piso

Por lo pronto, los datos que hay sobre la mesa son los que aporta el informe del grupo de Inspecciones Oculares de la Policía Científica. Los agentes concluyen que la causa de la muerte se debió a la puñalada en el corazón, pero no han encontrado evidencias que demuestren de forma fehaciente que el principal sospechoso es el autor material de los hechos y tampoco que exista implicación de terceros. Es por ello, exponen, que «no se puede afirmar con la certeza necesaria que requiere la gravedad del asunto cuál es la verdadera etiología del hecho», y tampoco descartan el suicidio.

La Policía Científica sí deja claro que estas conclusiones no serán definitivas hasta que se reciban los resultados de los análisis de laboratorio de otras pruebas que sí podrán resultar cruciales para la investigación por parte del laboratorio de ADN de Galicia, el Área de Revelado Químico y el Grupo ABIS de Oviedo. ¿Cuáles son? Los restos de sangre hallados durante el tratamiento de la escena del crimen.

A pesar de que no se encontraron signos de lucha ni indicios que hagan pensar que haya sido alterada; sí aparecieron una bayeta con manchas de sangre en el fondo del cubo de la basura de la cocina, en una toalla que estaba colgada en el baño, en la zona cercana al desagüe del fregadero, en las sábanas de 'Oscarín', así como en el cuchillo, que se encontró en el cajón de los cubiertos y que no parece haber sido limpiado tras el crimen.

También apareció otro resto de sangre que llamó la atención de los investigadores por su poco «encaje lógico» en la escena: en el refuerzo metálico del marco de la puerta de entrada a la vivienda, justo debajo del encastre de los bulones de la cerradura. Por otro lado, en la lavadora se halló una única muda de ropa –pantalón, camiseta y calcetines– del acusado.

No obstante, la familia de Laborde Escobar, representada por el letrado Fernando de Barutell, tiene la vista puesta en las conclusiones del informe forense, que aún no ha llegado, para determinar la trayectoria del arma y de quién era la sangre encontrada. «Entendemos que si la trayectoria del cuchillo fue ascendente o descendente, no podría tratarse de un suicidio»; tampoco «si la sangre de la toalla o la bayeta es de 'Leo'».

La jueza, María Luisa Llaneza, trata de arrojar luz sobre la tesis del suicidio que propone la defensa de 'Oscarín' y ha librado sendos oficios requiriendo al Instituto de Medicina Legal de Asturias para que se determine de qué tipo son la gran cantidad de fármacos encontrados por los agentes en la habitación del difunto –si este los utilizaba para tratar la ansiedad o la depresión–; y al centro de Salud Mental de La Corredoria para que envíe su historia clínica.

Entre las principales hipótesis de la Policía, eso sí, se encuentra el móvil económico. Los agentes creen que el difunto pudiera estar retirando dinero de la cuenta de la víctima para saciar su fuerte adicción al juego y que ello, sumado a una posible desatención de la persona que tenía a su cuidado –la nevera estaba vacía y 'Oscarín' fue escuchado diciendo que Laborde lo tenía sin comer–, podría ser el móvil del crimen.