Una plantilla profesionalizada de más de 100 trabajadores
La recuperación del balneario se diseño como una compleja operación urbanística con varias piezas pendientes
G. D. -R.
Domingo, 3 de febrero 2019, 02:43
En 2003, Ceyd cerró un acuerdo con la familia Alvarez-Buylla para comprar el balneario de Las Caldas por 5,1 millones de euros. El Ayuntamiento respiró aliviado. La continua y acelerada decadencia de la casa de baños diseñada por Manuel Reguera habría acabado por obligar a la Administración a intervenir. Gabino de Lorenzo coqueteó con la compra del edificio varias veces, pero la solución final fue permitir aprovechamientos residenciales y lucrativos que se introdujeron en la revisión del PGOU de 2006.
La primera fase, la rehabilitación de los edificios históricos, fue presentada como Las Caldas Villa Termal en 2008. La segunda -con el nuevo hotel, el centro termo-lúdico y la clínica vieron la luz entre 2010 y 2011, pero varias piezas más de la operación están sin desarrollar. Es el caso del centenar de unifamiliares previsto en Casielles o la posibilidad de una concesión sobre una parcela junto a la piscina municipal de Las Caldas para unas instalaciones deportivas, que llegó a contar con un anteproyecto y un estudio de viabilidad para construir una ciudad del fútbol y captar concentraciones de equipos y selecciones.
Un sueño de lo que «lo mejor es la plantilla», dice un exresponsable del complejo, que elogia la profesionalidad del centenar largo de trabajadores (104 fijos, pero 140 en temporadas altas) que atienden Las Caldas Villa Termal «sin tacha». Los huéspedes opinan lo mismo. Las valoraciones en las redes son casi todas positivas y las quejas, que las hay, parecen consecuencia de estos años de estrecheces. El 'pero' que añaden varios es siempre el mismo: la necesidad de un lavado de cara.