«Cuando no hay política ni proyectos se recurre al insulto y a la mentira»
Ramón García Saiz | Alcalde de Ribera de Arriba ·
El alcalde más veterano de Asturias deja el bastón después de 32 años, «a las buenas, soy muy bueno, a las malas, soy muy tozudo»GONZALO DÍAZ-RUBÍNGONZALO DÍAZ-RUBÍN
Domingo, 3 de marzo 2019, 04:21
En 2003, Ribera de Arriba subió un 3% tasas e impuestos a sus, de aquella, poco más de 2.000 almas. Era un intento de evitar que el agujero presupuestario siguiera creciendo. Ya no hizo falta nunca más. «Tenemos 13 millones de euros en el banco», admite el que ha sido su alcalde los últimos 32 años y ya no lo será más. José Ramón García Saiz, 'Ramonín', 'Ramón, el de Ribera', el alcalde más veterano de la región, lo deja: «Si no estás cómodo, es mejor irse», dice como justificación. Dice que se va, pero su plan «es conocer más Asturias, estar con la familia y en casa». De su hogar, en El Caleyo, a la nueva Casa Consistorial que inauguró con Vicente Álvarez Areces no hay tanta distancia como promete tomarse con los asuntos municipales. Atiende al periódico en la terraza del hotel Castillo del Bosque de La Zoreda....
-Que es nuestro. Tenemos papeles que dicen que pertenece a nuestro municipio y no a Oviedo...
-Cosas de lindes, suena antiguo...
-Hoy en día, las divisiones entre los municipios son ridículas. En Las Segadas se están duplicando servicios. Los damos nosotros y Oviedo. Se podía arreglar fácil, pero...
-La casa que se quemó el mes pasado...
-Pienso en el colegio, que le evita al Principado y a Oviedo un problema con los niños de Las Caldas o Puerto...
-¿Integración?
-No, pasaríamos a ser un barrio más de Oviedo y pasaríamos a estar marginados, a depender de otros. Nosotros tenemos todos los servicios ya: gas, fibra óptica, wifi en todos los núcleos...
-Pero no ha logrado recuperar población, que era uno de sus objetivos...
-Ahí no pudimos. La cercanía de Oviedo conlleva que la gente se vaya a la capital.
-Pues usted iba y venía trabajar a UGT (se jubiló en 2014) todos los días...
-Y de la que salía, me iba al Principado a ver si veía a algún consejero. No pedía cita. Entraba, saludaba a las secretarias y preguntaba...
-Los ayuntamientos pequeños, siempre pidiendo...
-Es que no teníamos nada. Cuando entré, a lo mejor en todo el presupuesto teníamos 50.000 pesetas para inversiones y el año pasado teníamos 4 millones. No daba para nada. Todas las obras se hacían en sextaferia: el Ayuntamiento ponía los materiales y los vecinos, la mano de obra. A lo mejor había para alquilar una pala, pero poco más. Había que pedir al Principado ayuda, yo iba casi todos días.
-Acabarían hartos...
-Hice mucho trato con el personal de tanto ir. Con los consejeros, depende, pero hice muchos amigos que me apoyaron siempre. Las secretarias decían que yo iba como amigo, no como alcalde, que era diferente.
-En tantos años, habrá habido momentos mejores y peores.
-Tuve muchos problemas a veces con el partido. Cuando el sindicato rompió con el partido, hubo mucha tensión. El presidente decía que había que echarme... Era muy difícil. Con la variante de Ferreros, el viceconsejero me daba largas un año sí y otro también. Hasta que un día discutimos y le dije que o salía con la obra o salía él por esa cristalera. No me la hizo, pero la metió en otra consejería.
-Negociar con usted, no perece agradable ni fácil
-Yo a las buenas, soy muy bueno, pero a las malas soy muy tozudo. Hace muchos años, nos había dado una cuba. Hubo sequía y el Principado, que no daba a basto, nos pidió que abasteciéramos nosotros a Otura, en Morcín. Yo dije: 'Vale, pero me tenéis que pagar las jornadas de los trabajadores'. No podíamos quitarlas del trabajo para el municipio, no teníamos dinero. Cuando acabó la sequía empezaron a darnos largas y me torcí. Acabaron pagándonos hasta el gasóleo de la cuba y el agua.
-Peor fue lo de los ciclos combinados...
-Hubo mucha gente que me retiró el saludo, pero yo solo defendía lo que era mejor para el municipio.
-Les sacó de todo...
-Me llevaron a Presidencia y me dijeron que tenía que ceder, pero metí la pezuña y les saqué los accesos a Soto de Ribera y Las Segadas, la variante de Bueño, que luego no se hizo porque no hubo acuerdo con los vecinos, el parque de Soto Rey...
-¿Lo pasó mal?, ¿se sintió abandonado?
-Por fortuna siempre tuvo amigos dentro de las administraciones, en el Principado y en el Estado. Gente que te aprecia, pero fue duro. Había muchas presiones de gente del partido, en el sindicato...
-Es que eran 420 millones de inversión...
-¿Pero las consecuencias las teníamos que pagar nosotros, todos los vecinos, sin nada a cambio?
-Les paró los pies suspendiendo licencias para la revisión de las norma urbanísticas durante más de dos años. Lo hizo casi con nocturnidad y alevosía. Convocando pleno extraordinario a las ocho de la tarde y logrando que el BOPA publicara el acuerdo al día siguiente. ¿A quién le debe ese favor? Su amigo se la jugaba...
-(Ríe) A un amigo. Siempre hubo gente que me apoyó.
-Con esas jugarretas, abocaba a HC a acudir al Contencioso durante años...
-Solo pedíamos que se reordenasen las líneas. Tenemos 14 tendidos de alta tensión que impiden el crecimiento del municipio. Siete son de la empresa.
-El otro día presentaron el proyecto para ordenar las líneas de Red Eléctrica Española...
-Es muy importante. Nos costó mucho, pero es de justicia. Ahora falta EDP, pero se hará, porque lo firmaron ante notario.
-¿En aquella batalla, con el Principado y EDP enfrente, Javier Fernández fue importante?
-Era el que nos escuchaba a las dos partes, alguna vez estuvo por mandarnos a la mierda a todos...
-¿Es una satisfacción ver cerrados los grupos 1 y 2 de la térmica?
-Es un alivio. Lo del 1 era una vergüenza, teníamos el municipio cubierto de carbonilla. Con el 3, nadie sabe si funciona o no a no ser por la refrigeración. Estos años, creo que está funcionando más que los del gas.
-Usted apostó por asentar a los portugueses en Ferreros...
-Y seguimos trabajando con ellos, pero costó mucho. Tuve el apoyo del Principado para hacer las viviendas, pero también algún enfrentamiento. Un director general me llegó a decir que aquellas ayudas tenían que tener su fin. Me puse hecho una fiera. Tú, de socialista no tienes nada, le dije, esto no se acaba, como no se acaba la educación. Tuvo que venir, el viceconsejero.
-Da la sensación de que se pasaba el día discutiendo con los suyos...
-Los enfrentamientos siempre los tuve con los de casa, es verdad.
-Igual es porque se mezclan cosas del partido...
-Puede ser, yo con Marqués no tuve ningún problema. Ramón Cañal me decía 'tienes que venirte con nosotros', con (Juan José) Tielve tengo muy buena relación. Si no hubiese sido por la crisis del PP, habría sido una legislatura muy provechosa para el municipio.
-¿La política ha cambiado mucho en estos 32 años de alcalde, 36 de concejal?
-Es totalmente diferente. Antes todo dios venía resabiado del pasado. Todo eran broncas y tensiones. A nivel municipal cambió, hoy es más tranquilo, aunque parece que a nivel nacional volvemos a las andadas y a no preocuparse por las necesidades de la gente.
-¿Cómo ve el panorama nacional?
-Cuando no hay política ni proyectos, se recurre al insulto y a la mentira. En vez de ocuparse de proyectos, del futuro, se está a ver quien coge más a base de gritar burradas.
-¿Y el futuro de Ribera?
-Con el polígono de Bueño podemos tener una fuente de ingresos para el futuro si no está la térmica. El otro día, vinieron de una empresa dispuestos a comprar todo, los 600.000 metros, «y si tenéis más, más».
-¿Tanto interés hay por suelo agrícola?
-Los guisantes de Bueño se venden a seis euros. Podría darse el kaki. El que lo coja que le busque la rentabilidad: fabas, arbejos o kiwis. Creo que vamos a seguir por esa línea, comprando terrenos para uso agrícola. Por los estudios que tenemos, hay más de 180 hectáreas. No todas en vega, a media ladera, pero parece que son buenas para fruto rojo. Ahí habría que aprovechar para que la manipulación y la distribución se hiciese en el municipio...
-¿No son demasiados planes de futuro para alguien que lo deja?
-Estoy mentalizado, son como unas vacaciones de un mes, solo que más largas.
-Todo esto por 300 euros en dietas...
-Naciste aquí y sientes el municipio. De no ser así, no habría estado tantos años, no habría hecho lo que hice, pero si creo que tengo razón, tiró hasta el final, como con los ciclos. Tuve un problema de taquicardias, me podría haber quedado en el sitio y nadie se habría enterado. Lo hice todo por el municipio y por el partido, por cómo sientes tú el partido y por los vecinos...
-¿Estos le piden que siga?
Sí, pero la única forma de irse es decirlo en público y así no hay marcha atrás.
-¿Tiene sucesor?
-Lo tienen que decidir ellos. Si hay consenso, que creo que lo va a haber aunque el otro día no pude ir a la asamblea, y me gusta la lista, iría el último, pero nada más.
-¿No me va a decir quién le colaba con tanto tino los anuncios en el BOPA?
-Jajajaja... (ríe).
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