El proyecto para la reparación de la cubierta del Tartiere sale a concurso por 220.000 euros

Fuentes de la Concejalía de Edificios y Patrimonio, cuyo concejal delegado es Luis Pacho, detallaron ayer que en este proyecto «se incluye la reparación de la estructura de hormigón y cubierta que está deteriorada con el paso de los años». También se solucionará el problema del «soleamiento de la parte norte del césped y se mejorará la iluminación de cara, sobre todo, a las retransmisiones audiovisuales». Cada vez que el Oviedo juega en casa debe pagar una multa de 3.600 euros ante la falta de iluminación exigida por La Liga.

Una vez que se entregue el documento, se sacarán a contratación los trabajos. Se prevén costosos porque las primeras estimaciones apuntan a tres millones de euros, aunque todo puede variar con la crisis de suministros.

También serán largos. Es por ello que se acometerán «en fases», explicó a EL COMERCIO el edil a principios de febrero. «El Real Oviedo tiene que seguir jugando en las instalaciones; no podemos cerrar el estadio, pero son unas obras de envergadura», continuó para después tranquilizar a los aficionados que volverán al Tartiere el próximo domingo para el partido contra el Huesca. «El estadio no se va a caer encima de nadie, no hay peligro que la estructura caiga o que la cubierta salga volando, pero se debe actuar ya» para evitar que los problemas vayan a más, abundó entonces Pacho.