El Fondo Norte del Carlos Tartiere contará con 200 localidades más

Una reforma ya estudiada por el anterior equipo de gobierno y que la actual Corporación accedió ayer a desbloquear al no haber informes negativos de los técnicos municipales y al no elevar su coste en demasía.

De hecho, la actuación es sencilla. «Se trata de juntar los actuales asientos de la grada y unirlos para ganar capacidad», explicó Suárez al término del breve encuentro con el alcalde. Siquiera los representantes de Fondo Norte 1926 llegaron a plantear la reposición de las localidades por otras sin respaldo como algunas aficiones están realizando en varios campos de la Liga Santander y la Liga123, para poder animar de pie en vez de sentados.

«No entramos en eso. Pedimos lo que se está haciendo en otros estadios que es juntar los asientos para ganar capacidad», añadió el representante de la agrupación de aficionados. «Cuando se hizo el Tartiere se diseñó con mucha separación entre localidad y localidad y lo que pretendemos es ganar capacidad en la grada para que la imagen no quede tan vacía», añadió. El incremento de capacidad de la grada será del 15% con respecto al máximo de ocupación actual.

Fuentes municipales corroboraron lo afirmado por Fondo Norte 1926 así como los términos cordiales de la reunión. «Tratamos temas de interés común como es el de la grada de animación», explicaron supeditando la actuación a un informe de seguridad para acometer la actuación antes de que comience la liga.

En cuanto a la renovación del verde del estadio municipal, ayer quedaron listos los rollos de césped para comenzar a ser plantados. Tras casi un mes de trabajos, las obras en el drenaje del campo están a punto de culminar para dar paso a la instalación de los tepes. Los profesionales de la empresa Jarpa comenzaron por realizar catas en el maltrecho terreno de juego para comprobar la capacidad del sellado, que resultó impermeable. Esa capa, que separa los tubos de drenaje de las arenas y gravas sobre las que se asienta el verde, no dejaban pasar el agua. Tras retirar todas las capas hasta la de sellado, los operarios inundarán el terreno de juego para comprobar que, ahora sí, el rectángulo de juego deja pasar el agua hasta los tubos de drenaje. Luego se plantará el nuevo césped.

Unas obras sobre las que el Grupo Municipal Socialista duda de si necesitan licencia y que, desde el equipo de gobierno confían en que con el visto bueno de los concejales competentes baste.