El alcalde ensalza «la participación masiva y el ambiente» de San Mateo

Pasada la una de la tarde, la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo anunció la llegada de la Corporación. Canteli confesó estar «feliz y contento» porque durante las fiestas se está respirando un «ambiente incuestionable». «La calle es una alegría: de esta forma se demuestra que el camino es este», añadió en una clara referencia a su oposición a la vuelta de los chiringuitos.

Eso sí, abrió la puerta a realizar modificaciones de cara al próximo año tras volver a sacar las casetas hosteleras a licitación. Por un lado, apuesta por «darles un poco más de vida para que se personalicen un poco más» y por el otro, abrir el espacio festivo de Porlier aprovechando la peatonalización del eje de Mendizábal, que está próxima a ejecutarse: «Lo mejor es abrirlo y que no esté todo ahí encajonado, pero tenemos que verlo», dijo.

También seguirá apostando por el espacio festivo de la calle Uría donde mañana tocará Tekila. «Este escenario se va a repetir siempre que podamos y con la reforma del parking, se generará una gran plaza encima». Su intención es crear allí un «mejor escenario para celebrar conciertos al aire libre», aunque no podrá ser tan grande como La Ería porque «no podemos montar una carpa de ese nivel» en el centro de Oviedo.

Todos los portavoces brindaron de forma conjunta dando muestras de que las cosas han cambiado respecto al pasado mandato. «Aunamos voluntades porque contamos con la presencia de todos los partidos políticos», destacó el presidente de la SOF, Felipe Díaz-Miranda. Aunque cada formación tiene su visión: el socialista Carlos Fernández Llaneza se posicionó a favor del modelo de chiringuitos porque «era comúnmente aceptado», algo que también apoya Gaspar Llamazares de IU-Convocatoria por Oviedo: «Esperemos que San Mateo recupere aspectos que no se deberían haber perdido»; mientras que Sonsoles Peralta, Vox, apuesta por «un modelo mixto sin chiringuitos ideológicos».