«Sigo siendo aquel Raphael de siempre»

Podía haber sido un 'Escándalo', pero 'Digan lo que digan' fue 'Mi gran noche'. Y eso para las 2.500 personas que no faltaron a la cita con Raphael. El aclamado artista se subió al escenario mateíno de La Ería en el quinto día de fiestas. Lo hizo puntual. A las nueve de la noche recibió la primera gran ovación del público, entre el que se encontraba el alcalde, Alfredo Canteli. Gran parte de los espectadores acomodados en sillas –había 34 filas– para disfrutar de la gira 'Victoria' con la que el jienense celebra sus sesenta años de carrera.

Fue un concierto en el que rememoró todas las victorias de su vida. En esencia, un repaso de su arte –para muchos en mayúscula–. Y el enclave no pasó desapercibido para el artista. Raphael, vestido con una americana oscura con brillos que se quitó en la segunda canción, debutó en Asturias cuando tenía diecisiete años. Mucho tiempo ha pasado desde entonces.

Había ganas de verle y él quería volver a ver a su público sobre un recinto mateíno que se modificó para la ocasión. Al estar parte de los asistentes sentados se retiraron las vallas anti avalancha de delante del escenario –sustituidas por una alfombra roja–. Comenzó el repertorio con 'La Noche' y siguió con 'De tanta gente', 'Cierro mis ojos' y 'Yo sigo siendo aquel', tema que aprovechó para mandar un mensaje: «Sigo siendo aquel Raphael de siempre». También sonó 'Maravilloso corazón', 'A que no te vas' –el final sin micrófono–, y '¿Qué tal te va sin mí?', donde lanzó otro guiño al público: «Yo te espero aquí, en Oviedo, tan de repente». Después, la canción de Pablo López 'Lo saben mis zapatos', una «canción muy especial», anotó.

Sus fans, como siempre, lo dieron todo. En cada canción prácticamente se pusieron en pie, hubo lágrimas de emoción ya en los primeros compases y un inmenso cariño al prolífico artista al que no se le fue en toda la noche la sonrisa.

En noviembre publicará un nuevo disco, el número 89 de su larga carrera. Raphael ampliará así su producción para un público que tiene la batuta y decide la duración de sus conciertos. Ayer, los fieles congregados en La Ería también disfrutaron con la gran orquesta que acompaña a Raphael. La buena música sonó en La Ería en un martes mateíno para el recuerdo.

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