«Creemos que hemos conseguido hacer un género propio»

Maxi Compán y Carlos Alba interpretan al Gallu y al Pola, dos colegas que, desde el local de ensayo de su banda, van a contar su primera gran fiesta nocturna. Para ser testigos, llevan su espectáculo al Teatro Filarmónica, hoy a las ocho de la tarde.

-¿Qué van a presentar?

-Un espectáculo teatral y musical en clave de humor en el que escenificamos una noche de juerga de dos colegas, el Pola y el Gallu, en los años 80.

-Una mezcla de música y humor, ¿qué ha sido lo más complicado?

-Conseguir que la música empastara completamente en la historia. Es decir, no hacer un «recital» o un «pastiche», sino un auténtico espectáculo teatral en el que la música sea algo completamente imprescindible, y en el que el músico actúe y el actor cante.

-Entonces, ¿se trata de un concierto, una obra teatral o un espectáculo a lo grande?

-Creemos que hemos conseguido hacer un género propio: básicamente es una historia contada a golpe de rock and roll, pero contextualizada en una época (los 80) y con reacciones de los personajes que ocurren en el momento mismo de la representación, en el presente, en escena. Evidentemente es una obra teatral, y es un musical pero no un musical al uso.

-El humor es uno de los géneros más complicados...

-Sí, porque depende mucho de los valores del público. Pero buscamos un humor que transcienda épocas y se base tanto en lo gestual como en las reacciones de los propios personajes. Sin olvidarnos de añadir algo de actualidad cuando el guion lo permite.

-¿Cómo escogieron el nombre?

-Es porque comenzamos a trabajar alrededor del argumento de una leyenda urbana que tiene como protagonista una cazadora o chupa que un chaval le deja a una moza una noche de fiesta.

-¿Es complejo actuar en casa?

-En nuestro caso no, metemos muchos guiños a nuestra realidad social.

-¿El objetivo de la obra es hacer reír o tiene un mensaje profundo?

-Mucha gente nos ha dicho después de vernos: «Acabáis de contar mi vida». Eso es lo que más nos satisface. Hay humor pero también hay emoción.

-¿Cómo se mantiene la atención del público durante 90 minutos?

-En nuestro caso lo conseguimos gracias a tener momentos musicales casi de continuo, con temas que son bastante conocidos y que la gente puede cantar con nosotros.