Borrar
El alcalde, Alfredo Canteli, el diseñador Pelayo Díaz, y la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, levantan los brazos cogidos de la mano en el balcón del Ayuntamiento.

Ver fotos

El alcalde, Alfredo Canteli, el diseñador Pelayo Díaz, y la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, levantan los brazos cogidos de la mano en el balcón del Ayuntamiento. FOTOS: MARIO ROJAS

«Os doy las gracias, carbayones, por apoyar la libertad de amar y luchar por la igualdad»

El diseñador Pelayo Díaz abre San Mateo con un grito por los «derechos» LGTBI y el homenaje Oviedo en el que «di forma a mis sueños»

ALBERTO ARCE

OVIEDO.

Sábado, 11 de septiembre 2021, 00:46

Comenta

En traje gris y zapatillas deportivas, firme frente al micrófono y un puñado de folios mecanografiados en el balcón del Ayuntamiento, con voz sonriente y sin titubear. El diseñador e 'influencer' Pelayo Díaz abrió ayer las fiestas de un San Mateo mucho más cercano a la normalidad que el anterior, con chupinazo, gaitas y ovaciones como las que no se recordaban desde 2019. Uno en el que, en calidad de pregonero, encontró la ventana perfecta para lanzar un grito en favor de los derechos del colectivo LGTBI. «Os doy las gracias, carbayones, por apoyar la libertad de amar, por luchar conmigo contra la discriminación y la búsqueda del respeto y la igualdad identitaria», clamó emocionado.

Empezó admitiendo lo «afortunado» que se siente de «pertenecer a este paraíso» y de inaugurar las fiestas de la ciudad que le vio crecer. «En estas calles yo forjé mi identidad, yo me enfrenté a mis miedos y le di forma a mis sueños». Estos, advirtió, «no nacieron tomando un café frente a la Torre Eiffel ni paseando por Londres, sino caminando por la calle Uría, comiendo barquillos en el Parque San Francisco o comprando flores en el Fontán». Y esas calles, sentenció, «son las mismas que hoy recorren tantos niños a los que les debemos la posibilidad de creer en sí mismos».

También tuvo palabras para sus festejos, a los que llevaba varios años sin volver. «¡San Mateo y las fiestas de Oviedo son perfectas! No necesitan ningún cambio y eso no es fácil de decir, es como una Navidad anticipada en septiembre», exclamó.

Rodeado

A su lado, el alcalde, Alfredo Canteli; y la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, le aplaudían cada frase. Detrás, sus padres y su esposo, Andy McDougall, que le seguía con la cámara del teléfono móvil sin perder ni un segundo de todo lo que estaba ocurriendo. Díaz no tardó demasiado en ponerse «serio», la ocasión lo requería. «Yo en Oviedo nunca he tenido miedo y esto, desgraciadamente, ya no se puede decir en todas las ciudades de España (tras los últimos episodios de violencia)», aseguró agravando el tono. «Reclamo mi derecho a ir por la calle sin miedo ni temor a que me insulten, me peguen una paliza o me quiten la vida, y os invito a todos a ser nuestros aliados, porque os necesitamos», solicitó al público. «El odio no tiene cabida en Oviedo, porque en esta ciudad somos personas de bien, nos ayudamos y nos queremos». Una ciudad, aclaró, «de todes y para todes (en lenguaje inclusivo)».

De los carbayones, en ese sentido, destacó su «solidaridad»; esas mujeres «fuertes y trabajadoras que luchan y se dan la mano»; «los currantes que tiran del carro y no paran»; «los que están en busca de su pasión»; y, sobre todo, «de Oviedo me gusta la libertad». «Somos como ese gran roble que reinaba la calle Uría: un árbol (el mítico Carbayón) fuerte, frondoso, grande y generoso».

Díaz también tuvo tiempo para recordar cómo se le cayó una «lagrimina» por la mejilla cuando el alcalde Alfredo Canteli se puso en contacto con él para ofrecerle el pregón. Así, explicó que no fue solo «por el inmenso honor que representa», sino porque «mis paisanos tendrían sus merecidas fiestas de vuelta» tras la anterior edición, a medio gas, marcada por la pandemia. Engrandeció la labor de los sanitarios y admitió el «miedo» motivado por las crisis sanitaria; no obstante, determinó con alegría, «aunque todavía debemos mantenernos en alerta, es cierto que ya empezamos a ver la luz al final del túnel, y esa luz se llama hoy San Mateo».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Os doy las gracias, carbayones, por apoyar la libertad de amar y luchar por la igualdad»