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Varias personas, ayer al mediodía, paseando ante el mercadillo de artesanía que se celebra durante las fiestas en el Campo. FOTOS: ALEX PIÑA

Oviedo respira tras la pandemia gracias a un San Mateo que da oxígeno a la economía local

Hosteleros, comerciantes y hoteleros aumentan sus ventas gracias a las fiestas: «Estamos a niveles de un septiembre normal, sin pandemia»

ALBERTO ARCEROSALÍA AGUDÍN

OVIEDO.

Sábado, 18 de septiembre 2021, 00:42

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La ciudad, como el resto del mundo, ha estado sumida en la penumbra de la pandemia durante un largo año y medio. Aunque el virus aún no se haya ido del todo y las restricciones en materia sanitaria para prevenir la expansión de contagios sigan vigentes, los buenos índices de la campaña de vacunación en el Principado han propiciado que las fiestas de Oviedo hayan vuelto a parecerse un poco más a las últimas 'normales', las de 2019. Con San Mateo, un modelo nuevo más encajado en el ocio diurno y en la incorporación del sector de la hostelería en los principales puntos calientes de las celebraciones, las calles de la capital asturiana han renacido a pesar del diluvio de ayer. Y con ellas, la pequeña actividad económica local.

La explicación la aporta la edil de Festejos, Covadonga Díaz. Para ella, la primera semana de fiestas, vencida ayer, no podría haber ido mejor. «San Mateo está yendo estupendamente bien: el parque del Truébano está lleno de gente, en el Campo nunca hubo tanta gente y ayer (por el jueves), sin ir más lejos, había colas hasta en la plaza de Porlier». En sus palabras, el modelo implementado en esta ocasión por el equipo de gobierno está «triunfando» y tanto los ovetenses como los visitantes, «respondiendo». Solo falta, aseguró a este diario, que el año que viene «no haya restricciones» para recuperar la normalidad total de las fiestas de la ciudad. Y un deseo para el fin de semana -si el parte meteorológico es propicio-, «que sea como el pasado, tranquilo, y que la gente cumpla las medidas sanitarias», abundó la concejala popular.

Por escenarios, los mojitos en esta ocasión están a disposición del cliente mateíno en lugares variopintos: el Campo San Francisco, la plaza de Porlier, la de la Catedral y el parque del Truébano, en El Cristo, cuadran el círculo del mapa de casetas hosteleras -y alguna de asociaciones-. «Estamos teniendo muchísimo trabajo y no podríamos estar más contentos, en el paseo del Bombé se está vendiendo muy bien y hasta hemos tenido que meter refuerzos de personal», aseguró el hostelero Juan Cuesta, adjudicatario de una de las casetas del Bombé. «En la Catedral se perdió mucha gente por la falta de los conciertos, pero, la verdad, aquí llegan de golpe».

Mientras Mateín campa a sus anchas por los bares de quita y pon, la hostelería de la ciudad sin caseta, sobre todo la del centro, también ha comenzado a recoger los frutos de la vuelta de la vida festiva a la calle. Para el presidente de la junta local de Otea, David González Codón, si bien «estamos viviendo un San Mateo diferente aún por la pandemia, lo cierto es que se ha vivido un auténtico salto de calidad». Así, advirtió, «se nota que la gente tenía ganas de salir y, aunque en los barrios haya un poco menos de movimiento, la ciudadanía baja al centro si hace bueno y es positivo para todos. Venden las casetas y vende la hostelería», celebró el empresario.

Eso sí, también admitió que, de cara al próximo año, todavía quedan detalles por perfeccionar. «Parece evidente que esto va a ir a más en años sucesivos y habrá que pulir algunas cuestiones como el tema de la música (controlada por el Ayuntamiento), pero este es un primer año de experiencia y siempre se puede ir a mejor».

El empuje también lo han notado desde otra de las principales patas económicas de la capital del Principado: la hotelería. Tajante, el director de Fruela Hoteles, Fernando Corral, sostiene que «las fiestas para la hotelería son fundamentales». Y es que «el hecho de que vuelvan a celebrarse, con todas las actividades culturales, lúdicas o musicales que se generan, se traduce directamente en pernoctaciones». Tanto, enfatizo que «estamos a niveles de un septiembre normal, sin pandemia». Sin olvidar, recuerda, «que llegamos hasta aquí después de haber vivido un cierre de cinco meses con las pérdidas que ello supone», matizó.

La receta, según las apreciaciones del presidente de la Asociación Comercio de Oviedo, Nacho del Río, es sencilla de entender: a más gente en la calle, más vida y más potenciales clientes de dentro y fuera del concejo en los negocios locales.

«Oviedo está renaciendo tras las pandemia y solo hacer falta echar un vistazo al Campo para darse cuenta. Estamos muy contentos», manifestó, «pero aunque todo es mejorable, estamos en el camino correcto». Solo le falta una cosa, «soluciones al problema de aparcamiento en la ciudad».

De forma paralela, los artesanos, que exhiben sus artículos en setas en la avenida de Italia del Campo de San Francisco, también han encontrado su hueco. «Estamos muy contentos», confirmó Sinaí Bais. «No está yendo tan bien, y el público en Oviedo es tan bueno y fiel que, por supuesto, es para repetir». Lo intentará en Navidad.

Fiestas descentralizadas

Con el refuerzo de las celebraciones de San Mateo en el Truébano, los vecinos de El Cristo «están encantados», dijo el portavoz de SOS Viejo Hospital, Nacio González. Eso sí, añadió, «esto tiene que servirle al Ayuntamiento para darse cuenta del gran activo que tiene el Truébano para todo el año».

Ya solo falta añadir a la ecuación la variable de la estacionalidad para determinar el impacto real del invierno que se avecina para las pymes y autónomos de Oviedo.

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