«Los padres bailan y cantan casi más que los pequeños»

El Campo San Francisco también se despidió ayer como el epicentro de las actividades para los más pequeños de las fiestas mateínas. Y lo grande: con buenas temperaturas, un sol radiante y muchas ganas de disfrutar del día festivo, sin clase.

Todos los paseos y estanques del parque ovetense estaban repletos de niños. En realidad, casi todos los rincones. Uno de los momentos de mayor afluencia, coincidiendo con el cierre del día, fue la actuación de una de las bandas favoritas de este público, Petit Pop, que cantó sus canciones más conocidas ante su público más fiel. «Sois un montonazo, así da gusto», aseguró Mar Álvarez. Mientras, el Señor Gafotas cree que «los niños son seguidores nuestros, pero sus padres bailan y cantan casi más que los pequeños».

Otra de las actividades más demandadas fue el taller de alfarería. Raúl Rodríguez, junto con Aylén Portugal y la recién llegada ucraniana Karina Galetska, ofrecieron una masterclass «donde cada uno hace un poco lo que quiere y puede para crear su pieza». Los pequeños Bruno e Inés, de diez y cinco años, respectivamente, son muy aficionados y repetían: «Mi casa está llena».

Lo importante es remangarse: «Consiste en que los niños se manchen las manos, se llenen de barro y prueben el oficio», explicó Rodríguez en uno «de los mejores San Mateo que recuerdo», en cuanto a afluencia de pequeños alfareros. «Yo quiero hacer un bol, es mi primera vez y quiero usarlo en mi casa», aseguró también otra de las pequeñas de la clase, Juliana, de nueve años.

Además, decenas de niños disfrutaron de juegos tradicionales, empleando materiales del día a día como ruedas, cuerdas o imanes, en una demostración de que los pequeños del siglo XXI también se divierten sin pantallas.