Sanjurjo traslada la petición de los alcaldes y pide el «máximo esfuerzo» para aprobar los presupuestos

Aprobar los presupuestos de 2015 y evitar una nueva prórroga presupuestaria. Ésta es la petición que los alcaldes asturianos, de forma «unánime» y «sin distinción de color político», han trasladado al presidente de la Junta General en su ronda de contactos por los diferentes ayuntamientos. Y ayer, con motivo del inicio del curso político y haciéndose eco de esta petición, Pedro Sanjurjo instaba a todas las fuerzas políticas con representación en el Parlamento a realizar un «máximo esfuerzo» para acatar esta reclamación de la sociedad asturiana, y lograr así que la región cuente con presupuestos el próximo ejercicio.

El máximo responsable de la Junta General dice ser consciente de la complejidad de alcanzar un acuerdo presupuestario en el marco político actual, máximo a estas alturas de la legislatura, con la mirada puesta ya en las elecciones regionales y locales del próximo mes de mayo. Pese a estas dificultades añadidas, no duda en reclamar a los diferentes grupos que «antepongan los intereses de todos los asturianos a los intereses partidistas» para evitar una nueva prórroga presupuestaria, y mejorar así el posicionamiento del Principado frente a los problemas económicos actuales.

El socialista, quien evitó contestar si considera que este acuerdo es posible y se limitó a manifestar que «es deseable», confía en la «cultura de negociación y del pacto» que ha cosechado el Principado en su historia democrática. De hecho, entiende que la amplia pluralidad política que existe actualmente en Asturias -con cinco grupos representados en la Cámara y un gobierno socialista en minoría- hace imprescindible una «constante negociación».

La posible entrada de formaciones emergentes como Podemos en el Parlamento asturiano no preocupa al político quien, eso sí, no oculta que la incorporación de nuevos grupos incrementaría aún más la complejidad en la gestión de la Cámara, «pero para todo hay solución», aclaró.

Lo que sí preocupa y mucho a Sanjurjo es el desapego de los ciudadanos a los representantes políticos y a su actividad. En este sentido, entiende que el sistema actual, «sin ser perfecto, ha funcionado correctamente», aunque no descarta incorporar «mejoras». Reconoció de hecho que la democracia necesita «robustecerse» y, para ello, señala que el primer paso sería que los propios políticos demuestren «responsabilidad, coherencia y, algo más importante, honestidad en su actividad pública». Tres pilares que, según él mismo admite, no siempre se han cumplido, «lo que hace comprensible la desafección actual».