«¿Vamos a empezar ya a negociar las sillas?»

Susana López Ares, Adriana Lastra, Sofía Castañón e Ignacio Prendes acudieron a la cita con EL COMERCIO en el IES Fernández Vallín de Gijón, que cedió las instalaciones para recrear el regreso a las aulas de los políticos que, el día 26, deberán someterse a su particular examen de junio. Los cuatro candidatos al Congreso accedieron a subirse a la tarima cual alumnos aplicados para dejar constancia en la pizarra de sus mensajes de campaña, y lo hicieron tiza en mano, aunque algunos reconocieron que no la habían vuelto a utilizar desde su etapa escolar. Fue López Ares, por su condición de profesora del área de Economía en la Universidad de Oviedo, la que se mostró más cómoda escribiendo en el encerado. «Una pizarra de tiza, como a mí me gusta», exclamó nada más ver el escenario elegido.

La mecánica de la sesión de fotos a la que se sometieron era muy sencilla. Tanto, que Prendes pareció aliviado cuando se la explicaron. «Citándonos en un instituto pensaba que nos ibais a examinar», bromeó. Se les pidió a cada uno de ellos que dejasen constancia de sus lemas para esta campaña. Quedó así de manifiesto la diferencia entre sus prioridades, pero también en la forma de expresarse y comunicarse con el electorado.

La cabeza de lista de PP-Foro utilizó un tono más académico y compartió su fórmula matemática para devolver la riqueza a las familias. Ignacio Prendes, también con frases directas, abogó por el cambio «a mejor» y el final de la «corrupción». Adriana Lastra también pidió el cambio, pero usó un discurso más cercano, apelando a lo «nuestro» y en defensa de Asturias. Aunque, para emocionales, las palabras que Sofía Castañón dejó escritas, en las que no faltaron sonrisas y corazones.

La sesión de fotos acabó con una imagen conjunta de los cuatro cabezas de cartel y, el hecho de que nadie les asignara el pupitre en el que debían sentarse, generó alguna duda. «¿Vamos a empezar ahora a negociar las sillas?», quiso saber la candidata de PP-Foro, que parecía molesta tras comprobar que los candidatos de Ciudadanos y PSOE se habían asignado los pupitres del centro, mientras a ella la habían relegado a uno de los extremos. Prendes, único varón entre tanta dama, le dio luego la oportunidad de cambiar de sitio. López Ares no se lo pensó dos veces para girar al centro.