Barbón, sobre el pacto con Bildu: «No me quedo con el quién, sino con el qué»

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha indicado este viernes sobre el pacto entre PSOE, Unidas Podemos y Bildu para derogar la reforma laboral que lo importante es su finalidad. «No me quedo con el quién, sino con el qué», ha señalado.

En una entrevista en la Cadena Ser, el jefe del Ejecutivo autonómico ha sido interrogado sobre el pacto para derogar la reforma laboral, que ha generado una división en el seno del Gobierno central sobre si habría de ser parcial o total.

En ese sentido, Barbón ha señalado que está «tan centrado en los problemas de Asturias y en la gestión de la crisis sanitaria» que no está «muy puesto al día» en temas de la política nacional. «Yo no sé otros varones, será que tienen más tiempo que yo, lo digo sin acritud hacia ellos, pero yo estoy siguiendo más bien poco la política nacional», ha llegado a afirmar.

Con todo, ha tenido tiempo para defender la labor de la vicesecretaria general y portavoz del PSOE en el Congreso, la asturiana Adriana Lastra, a la que ha emponderado por «volcarse» en la aprobación del estado de alarma, «algo que es clave para Asturias al limitar la movilidad y que personas de otros territorios no puedan entrar en Asturias y generar un rebrote de la enfermedad», ha indicado.

Del mismo modo, ha afirmado tras el pacto entre PSOE, Unidas Podemos y Bildu para derogar la reforma laboral que él no se queda «con el quién, sino con el qué». Además, ha recordado que esa derogación era algo que ya estaba contemplado en el programa electoral del PSOE y el programa de gobierno pactado con Unidas Podemos «que votamos los militantes socialistas».

Por otro lado, preguntado por la solidez del Gobierno de coalición, Barbón ha afirmado que aunque a veces «parece que hay disfunciones» el objetivo del Gobierno «es hacer frente a la crisis» y ha recordado la puesta en marcha de medidas como los ERTE o las ayudas a autónomos, que, ha apuntado, no existían cuando se produjo la crisis económica del 2008.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha contrapuesto este viernes la venta de activos por parte de EDP a la petrolera francesa Total, una empresa «seria» y con «enorme trayectoria», frente a la «falta de respeto» por parte del fondo Parter al vender sin previo aviso las plantas de la antigua Alcoa de Avilés y A Coruña al Grupo Riesgo.

«Igual que con el tema de Alcoa estamos muy preocupados con Total no tenemos esa misma preocupación», ha dicho en una entrevista en el programa Hoy por Hoy.

Barbón ha afirmado que la situación de la antigua Alcoa le ha provocado «cabreo» e «indignación», fruto de que las empresas «se permiten el lujo de faltar el resto a las administraciones» en el contexto de mercado globalizado.

«Espero que el Ministerio (de Industria) reaccione y se pongan los puntos sobre las íes», ha recalcado.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha comentado que si el planteamiento de la antigua Alcoa es no dar una salida a un empresario «rentable que garantice el futuro de la compañía» se deberán «analizar todos los instrumentos que permita en estos momentos la Unión Europea, entre ellos también la intervención pública», una competencia del Gobierno de España, ha recordado.

«Pero somos conscientes de que hay gente interesada en la empresa», ha indicado al respecto antes de resaltar existe de que los Gobiernos «refuercen sus competencias jurídicas para intervenir en estas cuestiones».

Frente a la situación de la antigua Alcoa, ha señalado que la empresa francesa Total, que ha comprado a EDP dos centrales de gas en España y de una cartera de 2,5 millones de clientes residenciales del país, es una compañía «seria» y con una «trayectoria buena» que «no ha jugado a esa especie de casino en la que se ha convertido la economía mundial».

«Parece que va a garantizar el empleo en asturias y no descarta inversiones de futuro», ha agregado.

Respecto a ArcelorMittal, ha realizado una llamada al «diálogo» con los agentes sociales y a la búsqueda de un acuerdo «con las garantías debidas para los trabajadores» al mismo tiempo que ha pedido a la empresa que «haga un esfuerzo» para mantener las inversiones previstas.

Barbón ha afirmado que ahora no es el momento de plantearse abrir las fronteras de Asturias a la llegada de personas de otras regiones para evitar un posible rebrote del coronavirus, a la vez que ha abogado por la «prudencia» en la apertura de las playas.

Barbón ha dicho entender que haya «mucha gente que quiere venir a Asturias», pero ha remarcado que el Principado está haciendo «bien las cosas» y «no nos podemos permitir en este momento que lleguen personas desde otros puntos de España que estén en otra fase de la epidemia» porque podría generarse «un rebrote incontrolable», ha apuntado en la misma entrevista en la cadena Ser

El presidente del Principado, que ha insistido en que la prioridad sigue siendo la salud pública, ha rechazado que la desescalada pueda convertirse en «Eurovisión», si bien ha asegurado que Asturias se encuentra «en condiciones muy buenas» para pasar a la fase 2 a partir del próximo lunes

Sobre la apertura de las playas, Barbón ha recordado que en el momento en que Asturias pase a la fase 2 será «una posibilidad y no una obligación» y ha dicho ser consciente de las «dificultades» que se plantean para los alcaldes al carecer aún de los protocolos que debe preparar el Gobierno central, por lo que ha dicho entender que opten por la «prudencia».

En cualquier caso, ha considerado no se podrán regular de la misma manera las playas del Mediterráneo que las del Cantábrico, donde la parcelación no es una opción viable.

Sobre la petición de Ribadeo para que se permita el acceso a la población del occidente asturiano, Barbón ha reconocido que gran parte de la actividad comercial del municipio lucense depende de los vecinos de esta zona del Principado por lo que es una medida que se podría estudiar pero garantizando que ello no suponga dar pasos atrás en la desescalada.

Preguntado por el reparto de mascarillas, Barbón ha subrayado que el Principado no tiene ni capacidad económica ni técnica para repartir un millón de unidades de forma periódica y que su Gobierno no va a caer en el «ridículo tan espantoso» de otras comunidades que se han limitado a suministrar una sola mascarilla a cada habitante.

Lo que sí hará el Principado será crear una red de distribución con los municipios y las entidades del tercer sector para garantizar el suministro a los colectivos más vulnerables.