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Adolf Hitler.
El destino final de otros dictadores

El destino final de otros dictadores

Los restos de Hitler acabaron en un río, Stalin tras el Kremlin y Mussolini o Salazar en un panteón familiar

Mateo Balín

Madrid

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Viernes, 24 de agosto 2018, 19:32

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Franco comparte con el chino Mao Tse-Tung o el norcoreano Kim Jong-il la grandilocuencia de su lugar de enterramiento. Los restos mortales de estos dictadores del siglo XX descansan en preeminentes mausoleos abiertos al público. También ocurre con Stalin, pero sin la pomposidad de sus colegas. El resto de coetáneos tuvieron un final más modesto, sepultados en cementerios comunes, en tumbas anónimas e incluso fuera de sus países.

Adolf Hitler

Se suicidó en un búnker en Berlín cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin. Sus restos fueron quemados y enterrados por orden de los dirigentes soviéticos en un lugar secreto en una base militar en Magdeburgo. En abril de 1970 un equipo del KGB exhumó los restos y los incineró en una fogata cerca de Schönebeck. Las cenizas fueron recogidas y arrojadas al río Biederitz, según las actas oficiales.

Benito Mussolini

El líder del Partido Nacional Fascista que gobernó Italia (1922-1945) intentó huir con su amante pero fueron capturados, fusilados y sus cuerpos fueron colgados en la Plaza Loreto de Milán. Fue enterrado en una tumba sin nombre cerca de Milán, pero en 1957 se decidió entregarlo a su familia, que lo enterró en el cementerio de su pueblo, en Predappio, lugar ahora de peregrinación de nostálgicos del régimen pese a que la apología del fascismo es delito en Italia.

Antonio de Oliveira Salazar

Ejerció como primer ministro portugués (1932-1968) y fue la principal figura del llamado Estado Novo, una dictadura de corte fascista. Falleció en 1970 y fue enterrado en la parroquia de Vimieiro, en Santa Comba Dão, en una modesta tumba donde descansa con sus padres.

Nicolae Ceaucescu

El expresidente de Rumanía (1974-1989) y su esposa fueron ejecutados el 25 de diciembre de 1989 después de un juicio sumarísimo ante un tribunal militar. Fueron enterrados en el cementerio civil de Ghencea (Bucarest). Había dudas acerca de esta tumba que fueron disipadas en 2010, cuando tras unas pruebas de ADN se confirmó la identidad de los restos sepultados.

Augusto Pinochet

El dictador chileno falleció por causas naturales en 2006 y fue enterrado sin honores de Estado en un multitudinario funeral. Tras ser incinerado, los restos fueron enterrados en una parcela de su casa veraniega en Valparaíso. El Ejército rechazó la petición de la viuda para que sus cenizas fueran depositadas en la Escuela Militar.

Jorge Videla

El dictador argentino murió en prisión en 2013 a los 87 años. Sus restos fueron enterrados en una tumba con nombre falso, Familia Olmos, en un cementerio privado del Gran Buenos Aires. Su familia quería enterrarlo en el panteón en el que están sus antepasados en su ciudad natal, Mercedes, pero desistieron por las protestas ciudadanas.

Iósif Stalin

El presidente de la Unión Soviética falleció en marzo de 1953, su cuerpo fue embalsamado y colocado en el Mausoleo de Lenin hasta 1961. Ese año el Congreso del Partido Comunista decidió que fuera retirado y enterrado en una tumba cerca de la Muralla del Kremlin, donde se levantó un monumento.

Rafael Trujillo

Fue dictador de la República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato en 1961. Los restos se encuentran en un cementerio de El Pardo (Madrid), después de que en 1970 la familia los trasladara desde París hasta el panteón familiar con el visto bueno del régimen franquista.

Alfredo Stroessner

El general paraguayó murió en Brasil en 2006, lugar en el que se exilió en 1989 cuando cayó el régimen que presidió desde 1954. Está sepultado en el cementerio municipal de Brasilia pese a que su familia intentó sin éxito su repatriación.

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