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El diputado Isidro Martínez Oblanca.
«Gracias a la tenacidad de Cascos estamos hoy en las Cortes»

«Gracias a la tenacidad de Cascos estamos hoy en las Cortes»

El diputado nacional Isidro Martínez Oblanca muestra su apoyo al expresidente del partido, sin el que, dice, no concibe el futuro de Foro

a. m.

Sábado, 16 de noviembre 2019, 22:45

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La ruptura de Foro Asturias se da, paradojas de la vida, justo la semana en la que el partido recuperaba en la figura de Isidro Martínez Oblanca el escaño en el Congreso de los Diputados que perdió el pasado mes de abril. Oblanca, que abandonó la sede de la formación el pasado martes profundamente apenado por la guerra interna que no había hecho más que comenzar, mostraba ayer su apoyo a Francisco Álvarez-Cascos tras su decisión de dimitir como vicepresidente de la formación que fundó hace ocho años.

Oblanca ve en el paso atrás dado por Cascos una «llamada de atención» después de que, en su opinión, la actual presidenta del partido, Carmen Moriyón, tratase de «colar por la puerta falsa» a quienes pueden «modificar Foro quebrando nuestras líneas ideológicas».

Y mostró todo su apoyo a quien fuera presidente del Principado bajo las siglas de Foro. «No concibo este partido sin el inspirador de su creación. Un político de principios inamovibles y siempre disponible para ofrecer su enorme experiencia», dijo de Cascos.

Sin olvidarse, añadió, de que fue por su «empeño personal» por lo que hoy Foro vuelve a tener representación en las Cortes ya que, apostilló, «Carmen Moriyón y sus apoyos votaron en contra de presentarse a las elecciones nacionales y pasaron de hacer campaña».

El diputado Isidro Martínez Oblanca reaccionaba así al abandono deFrancisco Álvarez-Cascos como vicepresidente de Foro. El fundador de la formación remitió este viernes a la presidenta del partido, Carmen Moriyón, una carta a la que ha tenido acceso este periódico en la que explica las razones de su renuncia y donde carga con dureza contra la máxima responsable de la organización. El «motivo de fondo» que esgrime Álvarez-Cascos para tomar esta decisión es «el quebranto de la confianza que deposité en el proyecto político encabezado por ti, causado por las actividades, declaraciones e iniciativas que se vienen sucediendo desde la campaña electoral del pasado mes de mayo».

La renuncia al cargo de vicepresidente al que, según señala en la carta, accedió «a propuesta» de Moriyón, no implica su salida del partido, ni siquiera su marcha de la comisión directiva. En el tercer congreso de Foro, celebrado en septiembre del pasado año, Álvarez-Cascos fue elegido vocal de ese órgano, puesto que seguirá manteniendo. «Deseo recuperar la autonomía de un vocal que no pide nada ni busca cargos», señala sobre un puesto que carece de capacidad ejecutiva.

Que las discrepancias internas eran intensas no es ningún secreto. Desde que el pasado mes de mayo el partido perdiese su grupo parlamentario en la Junta al pasar de tres a dos diputados, luego recuperado merced a una modificación del reglamento del Parlamento asturiano, las disputas han sido constantes. La propia carta recoge la visión del fundador del partido de lo que han sido estos últimos meses. «La debacle electoral de la campaña autonómica (...) es el resultado, en buena parte, de las equivocaciones cometidas en su desarrollo. (...) Solo así se explica que la mejor candidata asturiana, que objetivamente eras tú, obtuviera por incomparecencia los peores resultados de la historia de Foro».

La misiva de Álvarez-Cascos hace un retrato de un partido desdibujado y errático en el que su presidenta, «en lugar de proceder inmediatamente en junio a analizar los malos resultados electorales» decidió renunciar al escaño parlamentario «defraudando el mandato sagrado de los 35.000 votantes de Foro, pero permaneciendo en la presidencia del partido sin justificación coherente». El ya exvicepresidente de Foro afea a Moriyón que durante esos días apuntase «en entrevistas a algunos medios y múltiples reuniones locales» cambios que la comisión directiva «nunca conoció y, por tanto, sonaban a meras ocurrencias».

Pasado el varapalo de las elecciones autonómicas, el escenario del verano tenía entre sus posibles salidas la repetición electoral que finalmente se produjo. «Cuando se hizo realidad, hubo un intento por vía de hechos consumados para que Foro no compareciera en las mismas». Una reunión extraordinaria del órgano de dirección «en la que una mayoría de 19 miembros frente a 14 aprobamos concurrir a las generales y, posteriormente, formalizar la coalición con el PP» permitió que el partido se presentase a unos comicios en los que recuperó el escaño para Isidro Martínez Oblanca que había perdido en las generales de abril.

La lista de reproches de Francisco Álvarez-Cascos no se acaba ahí. El hecho de que el trabajo en la campaña del 10-N lo realizasen «un número reducido de directivos autonómicos y municipales» unido a que «los partidarios de la no presentación se desentendieran de toda labor organizativa» es otro de los motivos que esgrime el fundador del partido para justificar su determinación de abandonar la vicepresidencia.

Fundamentos ideológicos

La decision adoptada por Álvarez-Cascos tiene también fundamentos ideológicos. El ya exvicepresidente considera que el partido se ha desviado de algunos de sus preceptos fundacionales como ser «una fuerza política alternativa al PSOE, no su muleta». Tampoco gusta al que llegó a ser presidente del Principado con este partido que Foro haya pasado de formación «asturiana, autonomista y plenamente constitucional» a «asturianista, regionalista o nacionalista» ni que se haya convertido en «un chiringuito más sin normas» que se dedica a «crear problemas, como el intento de algunos de aprobar la oficialidad del asturiano que rechazamos en nuestro programa autonómico».

El exvicepresidente de Foro reclama «una reflexión seria para enderezar el rumbo» de un partido que necesita estar avalado por «la credibilidad de personas» que encarnen los valores que defiende esta formación «porque, dicho en lenguaje metafórico, no parece razonable confiar en raperos la dirección y consolidación de un festival de cante jondo».

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